lunes, 12 de noviembre de 2007

Prólogo

Contemplo la tierra,azulada, desde aquí parece otra cosa, se ve tan tranquila, en calma, puedo apreciar las islas artificiales y sus factorias de energía hidroeléctrica, las aerociudades sobrevolando el atlántico con sus hélices, las estaciones espaciales haciendo seguimientos cerca de la órbita lunar, incluso el humo de las indústrias metalúrgicas ascendiendo acumulándose en la capa de ozono.
Cualquiera podría pensar que en ese lugar hay vida, qué es un sitio apacible para ser habitado, la triste realidad es que no, actualmente sólo viven máquinas, toda la tierra esta habitada por androides cuyo cometido es gestionar y clasificar información concerniente al género humano para facilitar la inmigración a otros planetas, digamos que es algo así como un organismo institucional planetario dedicado a la burocracia para la integración del ser humano en el universo. Soy Mark IV, un clon humano de última generación, estoy en mi probeta de diseño, mi probeta de cristal, flotando en el universo mientras observo el planeta de origen de mi código genético, mi padre, mi madre, mi creador,a mi alrededor otros hermanos permanecen aletargados, en sus burbujas, esperando despertar, todos unidos por el mismo cordón umbilical de metal, arrastrados por la nave Emperor con vuelo itinerante a varios sistemas del universo, nos hallamos expectantes a que nos den un hogar, a empezar una vida, una existencia humana.
Se enciende la luz verde, es hora de respirar, en la cúpula de mi burbuja, mi probeta, hay un difusor de micropartículas mezcladas con aire, estas particulas contienen componentes alimenticios y información cognitiva, únicamente tengo que respirar, las nanomaquinas de mi interior, que habitan en mi sangre, mi mente, mi cuerpo,se encargan de gestionar y clasificar todos los componentes y modificarlos, así aprendo, así me alimento, así crezco.
Hace 4 años terrestres que nací, mi nivel de desarrollo actual es optimo, mido 1,80 y mi peso oscila los 75 kilos, mis capacidades motrices,mentales y sensitivas son excelentes según el último scanner de reconocimiento efectuado, mis anteriores versiones fueron enviadas a la colonia de Orion, situada a cinco mil años luz de mi ubicación actual, allí desempeñaron funciones diplomáticas durante cientos de años, provocando uniones fructificadoras entre varios planetas, mi vocación genética actual esta orientada a lo mismo, por el factor dominante genético, y si el destino existiera, debería acabar ejerciendo la misma actividad que mis anteriores versiones, si realmente mi razón de existir se basa en valores estadísticos de capacitación, yo tengo que ser diplomático, pero aquí la esperanza no existe, únicamente cabe la ciencia de la exactitud, si otro clon reune unas características más adientes a las mias, seré precedido por él, la nave Emperor realiza chequeos de aptitud mental y vocacional para diferentes funciones, ella es la que elige nuestra vida, nuestro porvenir, y nuestros derechos. Así esta legislado por el código galáctico. Ningún ser humano esta capacitado para elegir por si mismo.Cualquier elección humana realizada deliberadamente será
perseguida y penalizada con la muerte
La nave Emperor activa sus propulsores,los paneles solares de su estilizada forma se abren para cargarse de energía, comenzamos a ganar velocidad, todas las probetas se agrupan, como si de un racimo de uvas se tratará y somos arrastrados como ganado flotante mientras surcamos el espacio a la velocidad de la luz, ahora no hay tiempo para observar, solo veo centellas, luces y caminos que se abren a mis ojos, caminos infinitos cuyo porvenir futuro ignoro, no sé que me depararan, solo puedo esperar, y respirar.
Cierro los ojos, recuerdo mi nacimiento, la gran madre, un supercomputador con capacidad para albergar toda la información terrestre desde sus inicios, estoy dentro de ella, solo soy mente, una mente colectiva, comparto pensamientos con 5.000 hermanas más,sí, hasta que no nacemos, todos somos hembra, los circuitos cerebrales de origen lo son, hasta que no iniciamos el bombardeo de feromonas en nuestros recipientes cárnicos base todavía no tenemos determinada nuestra sexualidad, los cuerpos estan incubándose en frío, en dispensadores tubulares con formas cilíndricas, de colores plateados brillantes, no tengo ojos, pero puedo verlo, no tengo cerebro, pero puedo sentirlo, mi vinculación viene dada por el origen humano del cerebro primigenio de la gran madre, los científicos biodroides tras pruebas y pruebas contemplaron que la clonación era más optima si los huéspedes mentales introyectados en la base de datos de la madre estaban vinculados intrínsecamente a un cerebro femenino humano, eso generaba apego y daba necesidad de desarrollo.



Desarrollo humano, cuando los cuerpos recipientes habían alcanzado una fase de gestación avanzada, la gran madre volcaba nuestras mentes a nuestros futuros envases de carne, sangre, venas y hueso, y allí estaba yo, abriendo los ojos por primera vez, contemplando esa factoría, podía entenderlo todo, mi mente iba vinculada a la base de datos del computador genérico generacional histórico de la Gran Madre y podía hacer asociaciones en segundos sobre cualquier cosa, noto un pinchazo en mi espalda, atraviesa la medula espinal, me estan bombardeando de compuestos químicos y hormonas, mi cuerpo comienza a mutar, crezco a una velocidad pasmosa, siento dolor, lloro, grito, me estremezco, mis genitales se desarrollan, soy un hombre, mi cuerpo se estira, la piel se resquebraja, otra maquina con tres agujas emerge de un lateral, me clava dos agujas en la sien, estoy tan adolorido que ni la siento, se activa un panel justo delante de mis ojos, pone algo: Nanomaquinas, siento que algo dentro de mí esta movilizándose a través de mis venas, mi organismo, mi recién creado cuerpo, me inyectan recuerdos, vivencias, relaciones, para que pueda reaccionar como un humano, me inyectan temores, alegrías, un código deontológico propio, personalizado, normas, directrices, lo que puedo hacer, lo que no puedo hacer, yo no elijo, eligen ellos, se adhieren nanomaquinas al nervio óptico de mi ojo y conectan psíquicamente con las dentritas de mi cerebro, crean un holograma dónde figuran una serie de objetivos. El panel de la factoría, ese inmenso panel de cristal azul opaco que no deja translucir nada empieza a abrirse, veo el espacio, ese mar de estrellas reflejado en mi retina por primera vez, las nanomaquinas me dicen que vamos a ser nombrados, nos van a asignar una denominación, todos mis recién nacidos hermanos y hermanas, esta nueva progénie artificial empieza a elevarse hacia el panel azul, han desactivado los programas de corrección gravitatoria, me veo flotando desnudo, tengo vértigo, imagino que es normal, es mi primera vez, aunque mentalmente ya lo había vivenciado miles de veces, pero para mi cuerpo era su primera flotación, un surco de esferas metálicas flotantes me rodean, se abren en platillos volantes que expulsan un líquido flotante, ese líquido me envuelve y empieza a solidificarse hasta convertirse en una probeta de cristal, al resto de mis congéneres les hacen lo mismo, nos van a trasladar a algún lugar, unas ramificaciones aparecen desde uno de los extremos del panel azul ópaco de la factoría, parecen tentáculos sedientos de clones, nos van cogiendo uno por uno, esas extrañas enredaderas metálicas orgánicas se adhieren en la cúpula de las probetas y van acumulándonos a todos, agrupándonos, el panel azul opaco se abre de par en par, dejando ver a una inmensa nave, el origen de las ramificaciones proviene de ella, es la nave Emperor, lo sé porque lo sabe la Gran Madre, lo sé porqué han decidido que lo sepa.
La nave Emperor, activa sus propulsores y nos arrastran a todos, bebés grandes, pequeños hombres y mujeres, recién nacidos, hacia su destino, un panel informativo se proyecta en el cristal de mi probeta, me dicen que soy Mark IV, un clon de última generación, me hablan sobre mis predecesores, me hablan de mi función, ahora ya no formo parte de la gran madre, ahora ya soy libre, nos espera un largo viaje de años, para llegar a nuestro futuro hogar, años que serán reconvertidos en información y meditación desde esta probeta flotante, mientras contemplo a mis otros hermanos y hermanas sin ninguna posibilidad de comunicarme con ellos más que la de la propia vista, veo un cuerpo femenino, es una mujer morena, de un metro setenta, piel blanca, me observa con sus ojos marrones, la contemplación con detenimiento de sus bonitos senos y sus curvas me producen una excitación, tengo deseos de tocarla, de besarla, noto un chispazo en mi interior, se abre un panel holografico que me recuerda que no puedo elegir ni tener pensamientos deliberados respecto a nada sin permiso del computador de la nave Emperor, contemplo a esa mujer , ahora serio, y siento ganas de llorar, desconozco la razón, me siento triste, no sé porqué, la hembra llora conmigo, mis hermanos lloran conmigo, lloramos todos, sin saber porqué.¿Qué razón es la que propicía mi malestar?Soy libre, debería ser feliz. Nos enseñan a paliar estas emociones triviales con sencillos juegos mentales para aumentar el grado de ánimo, las nanomaquinas me informan que es algo totalmente normal a nivel emocional, y entonces sonrío, me tranquilizo, y soy feliz, mientras la nave Emperor surca las estrellas, observo a mis hermanos y hermanas, y ya no siento, nada.

4 años, abro los ojos, he vuelto, en mi probeta, 4 años llevamos viajando, falta poco para alcanzar nuestro destino, seré diplomático, como mis predecesores, cada cierto tiempo nos sumimos en un sueño profundo para disminuir la sensación de fátiga, siempre que cierro los ojos, sueño con mi nacimiento, tal vez se deba, a que es la única experiéncia que he tenido hasta ahora, la mujer morena esta durmiendo, desde su impenetrable probeta de cristal, a mi lateral hay un hombre, de constitución más robusta que la mía, me contempla detenidamente comparando su cuerpo con el mio, me miro la palma de la mano, mi palma es lisa, sin arrugas, sin líneas, me informaron de que los humanos reales sí que tienen marcas, nosotros, los clónicos, en la etapa de incubación nos mantenemos extendidos en posición horizontal con las palmas de las manos abiertas, me informaron que los seres humanos de origen natural,en estado fetal cierran las palmas y las líneas se producen por los pliegues de su piel al adoptar esta postura, contemplo a los cientos de hermanos y hermanas en sus probetas flotantes que yacen flotando encima de mí, intento ver las palmas de sus manos sin éxito. ¿Tendremos todos las palmas lisas? Giro mi mano para volverla a observar detenidamente y me concentro en mi piel, es blanca y casi transparente, en ese momento presencio algo, una luz, una luz inmensa se apróxima hacia la nave Emperor, las probetas comienzan a volverse opacas, negras, no veo más que un impacto en la coraza de la nave, el panel de mi probeta se cierra, no veo nada, solo veo oscuridad.
Escucho un sonido que golpea la cúpula de mi probeta, escucho mi respiración, estoy nervioso, pienso en la mujer morena, en su mirada, mi probeta esta girando rápidamente, me golpeo contra los cristales violentamente, grito, la probeta no para de temblar, empiezo a tener mucha calor, mi cuerpo arde, me estoy quemando, quiero que pare, ¡basta!. Mi probeta ha colisionado contra algo, el caparazón de cristal interno ha estallado atravesándome el cuerpo por varias partes, mi brazo izquierdo ha quedado cercenado y parte de mi piel tiene quemaduras de tercer grado, estoy atrapado en la corteza metálica de la probeta, según las nanomaquinas mis posibilidades de supervivencia son del 2% sobre 100.000.
No puedo hablar, ni gritar, mis cuerdas vocales han quedado dañadas por los cristales, solo siento como me ahogo en mi propia sangre, intento recordar a la mujer morena, intento imaginar como es su tacto, su piel, su olor, y mientras pierdo el conocimiento, sueño que hago el amor con ella. Me sumo en la oscuridad, vuelvo a aletargarme, no sé si estoy muerto o estoy soñando, no sé dónde estoy, me siento solo.
Escucho el sonido de unos pasos que se aproximan, abro los ojos, veo un techo, un techo que no reconozco, no estoy en la probeta, tampoco estoy flotando en el espacio, estoy en una casa, giro mi cabeza para intentar inspeccionar el lugar, veo una mesa de madera con mucha fruta, hay una chimenea de piedra con fuego, muchos tablones de madera a un lateral, estanterias con manuscritos, el suelo esta conformado por baldosas pétreas pintadas de color marrón, puedo oler el barro de sus juntas desde la cama,pero no discierno de dónde provienen esos pasos, me cuesta respirar, tengo el cuello vendado, parte de mi cuerpo también, vendas prehistóricas, de tela, ignoraba que ese tejido existiera todavía, y efectivamente, mi brazo izquierdo ha pasado a la historia. Únicamente puedo permanecer en esa posición y esperar, el sonido de los pasos se incrementan, aparece delante de mí una chica, no, dos chicas, un momento, estan unidas ambas por un lateral, son iguales, pero inseparables, me impacta verlas, intento decir algo pero solo expulso sangre.
Las chicas me dan agua para beber, es la primera vez que ingiero algo líquido, me resulta reconfortante, las miro, mi visión empieza a distorsionarse, estoy cansado,tengo que descansar, cierro los ojos, y veo la oscuridad.
Las hermanas siamesas colocan la cabeza de Mark IV en la almohada y lo tapan con las raídas sabanas, recogen el vaso y se van hacia el comedor, allí hay un anciano con una larga túnica negra fumando un largo tubo repleto de hierbas, tiene la cara repleta de cicatrices y unos ojos azules fríos como el hielo, su frente calva y marcada por lineas se relaja al ver a las dos hermanas que se aproximan a él y le dicen:

- El hombre de las estrellas ha recobrado el conocimiento.


El anciano fuma concentrado y contempla a las chicas, que tienen un aspecto de una adolescente de 16 años, con el pelo rubio encrespado, ojos verdes y piel morena, se levanta del asiento y con preocupación se acerca hacia dónde reposa Mark IV, se va acercando lentamente, le toma la mano, la única mano que le queda y la gira, sólo una palabra surgió de la voz del anciano, una palabra con un tono de preocupación alarmante desplegada en un suspiro que hizo que el humo que inhalaba se cortará como el viento:

– Lonestar...

CAPITULO 1: EL JINETE
















El anciano fuma concentrado y contempla a las chicas, que tienen un aspecto de una adolescente de 16 años, con el pelo rubio encrespado, ojos verdes y piel morena, se levanta del asiento y con preocupación se acerca hacia dónde reposa Mark IV, se va acercando lentamente, le toma la mano, la única mano que le queda y la gira, sólo una palabra surgió de la voz del anciano, una palabra con un tono de preocupación alarmante desplegada en un suspiro que hizo que el humo que inhalaba se cortará como el viento:

– Lonestar...

Arhoz dió otra calada a su tubo de hierbas y estudió meticulosamente las cicatrices de la piel de Mark IV provocadas por la abrasión, las siamesas contemplaban al anciano con expectación, esperando que emergieran sus palabras de la boca como espera un hombre perdido en el desierto un manantial, el anciano tendió la mano del clon en la cama, lo tapó, se acerco a las hermanas Sasha y Misha, y acariciándoles afectuosamente la cabeza les dedicó una sonrisa, una sonrisa que fingía bienestar, pero las hermanas conocían bien al anciano y su mirada desprendía miedo y preocupación, hecho esto, se aproximó a un armario, lo abrió, extrajo un enorme latigo y una montura y cogió un pequeño silbato tallado en madera, Arhoz se aproximó a las chicas y con voz suave y tranquilizante dijo:

- Hijas, debo marcharme, cuidad de él en mi ausencia, volveré al atardecer.

Las hermanas asintieron con sus cabezas sin rechistar mientras veían como Arhoz marchaba hacia el exterior, afuera, en las superfícies rocosas conformadas por estructuras pedregosas dónde varias casas de ladrillo se adherian a las paredes de las montañas como protuberancias que salían hacia afuera, la casa de Arhoz era distinta, su forma era cuadrada, rectangular y el tejado estaba cubierto de inmensas rocas de dónde emergía un orificio hacia el exterior que hacia las funciones de chimenea, había un pequeño patio que rodeaba toda la casa, de forma circular, conformado por piedras preciosas que brillaban con los rayos solares, en esa superficíe, Arhoz aguardaba algo mientras daba unas ultimas caladas a su tubo de hierbas, se lo guarda, extrae el silbato de madera y sopla, sopla con fuerza, emitiendo un sonido estridente y agudo que resuena en todas las cavidades de las cuevas, del cielo ,entre las nubes, una inmensa sombra tapa los rayos del sol, es un insecto gigante, de color negro, de cuerpo alargado y conformado por placas pedrosas con puas, las delgadas patas de sus laterales a medida que desciende a la tierra empiezan a agruparse en filamentos hasta que conforman unas piernas semejantes a la de los caballos, su cabeza acorazada y rugosa de la que sobresalen dos antenas se aproximan a Arhoz que se acerca al Montyr y le da unas palmaditas mientras monta encima de él, al sonido del chasquido del látigo, el Montyr efectua un impulso con sus poderosas piernas que al elevarse se separan, a medida que toman altura el insecto abre sus inmensas alas membranosas mientras que Ahroz extrae su latigo y lo lanza alrededor de las mandíbulas del insecto para guiar su rumbo y orientación.










Ahroz surca las nubes contemplando a vista de pájaro la zona, esta buscando algo, mira con atención, le indica al Montyr que vaya descendiendo para poder ver
con más detalle la tierra, la región por dónde vive, la sección 2 del reinado de Ishtar, esta aventurándose a evadir los límites de su zona, quiere averiguar de dónde ha provenido ese hombre, ese dañado por Lonestar, ese marcado.
Sobrevuela a lomos del Montyr los inicios de la sección 3, conocida como el Embarcadero, y ahí divisa algo, ve algo que jamás había contemplado antes en sus años de cazador, pensaba que había visto de todo, pero los gélidos ojos de Ahroz mezclaban la inocencia de un niño al visionar por primera vez algo con horror que le traumatizaria de por vida, no podía dar crédito a aquello, cientos de envases de cristal dispersos por la tierra, repletos de sangre, miembros cercenados, humanos destrozados, siendo devorados por las aves carroñeras de la zona y los insectos, aquello era una carnicería. Ahroz le indica al Montyr que descienda, el olor de los cuerpos es nauseabundo y le provocan arcadas al jinete cazador, pero quiere bajar, desea ver ese infierno de más cerca, sin duda alguna todo eso era obra de Lonestar.¿ Pero, porqué razón había matado tantos humanos? ¿Qué necesidad tenía un Dios de hacer aquello?¿Estarían indicándoles el inicio del Bekhashim? La antigua profecía dictaminaba que Lonestar descendería del cielo y haría ver a los humanos sus pecados con las mayores atrocidades.¿Sería aquello una muestra de los pecados que Ahroz cometió cuando era cazador?. Ahroz pensó que las hermanas siamesas se aventuraron por la sección 3 sin su consentimiento, ellas le dijeron que habían encontrado al hombre por los alrededores de su casa, pero eso era imposible debido al estado en que se encontraba ese ser, eso hizo que el cazador se cabreará, lo pensó, se contuvo,decidió ir a hablar con las niñas más tarde, pero antes tenía que ir a comunicar ese suceso a la Catedral de los Sabhatks, ubicada en el centro del reinado de Ishtar, era el punto neurálgico de todo el poder, en la Catedral se organizaba todo, se estructuraban las secciones y las normas a seguir para cada fracción, además de las leyes y la religión, así que era condición sinequanon informar al respecto de esta intromisión. Ahroz no se planteó que podría ser juzgado por haber propasado sus propios límites, pero podía justificarse con la acción de las niñas al traer el cuerpo del afectado a su hogar sin su consentimiento previo, así, Ahroz tiró del látigo que ataba al Mantyr y despegando hacia el frente, inició su andadura hacia la Catedral, la construcción más alta de todas, construída por los Amantes de Gaia, una raza superior extinta ya hace cientos de años de la cual los Sabhtaks son sus directos precedentes, la Catedral se cimentó con la tecnomagia, una practica que sólo los Sabhtaks usan, para el resto de habitantes esta totalmente prohibido su aprendizaje, ya que es únicamente un don que tiene que estar cercano a los hijos directos de Lonestar, como forma de aproximarse más
a él y venerarlo, si una persona realizara magia sin la aprobación de un Sabhtak, moriría.
Ahroz sobrevuela la sección 4 y la sección 5 a gran velocidad, un Mantyr adulto puede ser muy rápido, sobretodo si sobrevuela largas distancias despejadas, se aprecian las cabañas hechas de Marmitra, el compuesto transparente de la sección 4, Hoguban, con la que conforman los hogares sus habitantes, el jinete siempre había fantaseado con vivir en esa sección, pero estaba orientada a personas con mayor capacitación y concentración que él, había pensado en lo tórrido que debía ser ver a la gente en su intimidad y poder contemplarlos sin ningún tipo de rubor, con total aceptación, de todas formas, su hogar era muy cálido y tampoco lo cambiaría por nada de aquello, simplemente era la sana sensación de probar un sitio diferente de forma efímera, para experimentar, pero tampoco les permitían en la Catedral intercambiar información con personas de otras secciones, y mientras tanto el jinete divagaba para sus adentros:
- Ya llego a la Catedral, tantos malditos años trabajando para ellos, cazando para ellos, y nunca había entrado aquí, que ironia, imagino que cada uno tiene lo que se merece, espero que no tenga problemas para acceder, si le digo a los vigilantes de que se trata me dejaran pasar, maldita sea, tendría que haber recogido alguna muestra de algo, alguna remanente, algo que reforzara mi argumentación, mi experiéncia asquerosa, cuando recuerdo esos cuerpos llenos de sangre me entran ganas de vomitar, cuerpos desnudos, si eso es obra de Lonestar, que me perdone, pero tiene muy mal gusto, cuerpos sangrientos, cuerpos desnudos...
Ahroz desciende desde la cima de la Catedral hasta los porticos centrales, mientras se refleja a él mismo y su Montyr en todas las joyas que rodean a la construcción, no puede evitar sentir asombro y obnubilación al contemplar semejante belleza arquitectonica, sin ninguna duda, era algo que estaba diseñado por dioses, porque solo los dioses son capaces de algo tan perfecto, el jinete baja de la montura de su insecto y se acerca a los dos guardias del pórtico, van armados con un bastón alargado de color blanco y en su otro antebrazo tienen un guantelete, el guantelete originariamente era un instrumento de los Amantes de Gaia, emite sonidos y los transforma en energía, los discípulos generacionales adoptaron su técnica y la fueron heredando con el devenir de los tiempos, una bola de energía tiene capacidad para acabar con un hombre normal, y es considerada un arma con gran poder de destrucción, su uso esta limitado a unos pocos y tiene caracter intimidatorio, todavía, ningún habitante de las secciones del reino de Ishtar ha visto a ningún guardian usar el guantelete. El jinete habla con los guardias, les cuenta lo que ha visto, lo que ha vivido, los guardias lo miran con incredulidad y le dicen que se espere, Ahroz espera, contempla el silbato de madera tallado por él mismo, lo talló en otros tiempos, en su juventud, cuando era un cazador vigoroso de insectos gigantes y especies peligrosas con alta capacidad de proliferación, él y los suyos se encargaban de regularizar la existencia, el ecosistema consciente, todo eso ya es historia, solo son madera astillada, usada, que soplas y efectúa un sonido estridente y agudo, lastimoso, recuerdo de otros tiempos mejores, que resuenan en el vacio y se deshacen con el tiempo.
El jinete absorto en su pensamiento y de pronto aparece el guardia, el guardia de armadura escamosa, fabricada con la coraza de los insectos que él cazaba antaño, el exosqueleto con rostro de humano le dice a Ahroz que puede pasar, que le esperan en la antesala principal, el cazador asiente con su rostro cicatrizado, astillado y avanza silbando, mientras su sonido se mezcla con el vacio de las ornamentaciones ostentosas de la decoración de la Catedral y con el rechinar de sus zapatillas de caña ,con el contacto del suelo resbaladizo de mármol blanco del palacio religioso.
Ahroz llega a la antesala, es inmensa, es 50 veces su casa, y no hay absolutamente nada, columnas, una cúspide, y una inmensa bola de cristales fragmentados que flota en el centro, la bola desciende y se abre, en su interior, hay un Sabhtak que observa con sus ojos de cristal al jinete, Ahroz puede contemplar su propio rostro en los ojos del Sabthak, la última vez que tuvo esa oportunidad de tener a uno de esos seres cara a cara fué en su retiro profesional, y ese ser, seguía igual, su piel estirada, aspecto joven, sus joyas, su capucha blanca y sus collares dorados, jamás se cuestionó las razones por las cuales se mantenían indemnes al paso del tiempo, al fin y al cabo eran contactos directos con Lonestar. El jinete le explicó con pelos y señales a su señor todo lo que había visto, el Sabhtak le insertó en uno de sus ojos un diamante para que pudiera transmitirselo todo, y así fué, vió los cuerpos, y el rostro joven de ese pseudodios comenzó a cambiar,
pasó a ser más adulto por su expresión, le extrajo el diamante al jinete, se introdujo en su bola de cristal, ascendió y los guardianes se llevaron a Ahroz a la salida, dónde montó en su Mantyr de camino a su hogar. Ahroz no formuló ninguna pregunta, el Sabhtak no le preguntó nada, sólo recuerda su expresión, era grave, estamos realmente en algún problema serio y mientras sobrevolaba con su insecto gigante hacia su hogar, mientras pensaba en todo lo que le iba a comentar a sus hijas, una esfera de energía venida de lo lejos impactó contra él, atravesando su cuerpo, destrozándole los pulmones y corazón, reventando su caja torácica, y reposado encima del lomo del Mantyr, su insecto, su cabalgadura de cazador de antaño, su mejor compañero, mientras se ahogaba en su propia sangre, recordaba que hubieron tiempos mejores dónde uno era valorado por sus actos, mientras se ahogaba en su propia sangre, perdiéndose en el horizonte del olvido, a lomos de su viejo Mantyr, su mejor amigo.

viernes, 5 de octubre de 2007

CAPITULO 2:LAS SIAMESAS

El atardecer se cernió por toda la cordillera de la sección 2,como un mantel pesado en el cuerpo de un bebé. las siamesas seguían esperando, aún conociendo los motivos del retraso de su anciano padre, ellas aguardaban, aferrándose al menor atisbo de esperanza, la mirada lo había dicho todo, su silencio les indicó su sentencia, el hombre con un solo brazo, el marcado, reposaba en la cama, aún durmiente, su rostro irradiaba paz, las heridas cicatrizadas del lateral de su cara con el reflejo de la luz del sol que atravesaba el cristal de la ventana producía un efecto de contraste con la delicada piel aún indemne de su costado derecho, las siamesas, Sasha y Misha, lo contemplaban, y pensaban, que ahora, ese hombre herido, era responsabilidad de ellas, y que, por ese hombre, su anciano padre, mentor, el hombre que las recogió de su abandono y las acogió en su casa, su hogar actual, había perdido su vida, lo cual denotaba el grado de importancia de la situación.
Mark IV abrió los ojos, volvió a contemplar la estancia en la que se alojaba, no se sentía perdido, esta vez no, lentamente y con dificultad, se fué reincorporando de su regazo hasta que pudo mantenerse en pie, se observa, no esta desnudo, tiene una túnica negra por vestido, la túnica que llevaba aquel anciano, intenta hablar, no puede, tal vez de manera irreversible, camina vacilante inspeccionando el salón, la chimenea esta apagada, no hay nadie, oye sus pasos alimentando el silencio, las plantas de sus pies estan cubiertas por unas vendas atadas a unas cañas que se resquebrajan con el apoyo de su peso en cada losa de barro, el olor de barro, le gusta, abre la puerta de la entrada y las contempla, las siamesas, Sasha y Misha, tienen a un enorme insecto gigante delante, las nanomáquinas del interior del clon le dicen que se trata de un Mantyr, un híbrido entre mamífero e insecto que se extinguió hace mucho tiempo, Mark IV se limita a observar, el árido suelo se empapa de las lágrimas de las hermanas, que yacen arrodilladas al lado del cuerpo inerte de su padre, hay un gran charco de sangre en el suelo,
las chicas le tapan los párpados y cierran sus ojos, ocultando esa mirada de terror que reflejaba su último momento, el momento de su muerte, acto seguido se giran, se levantan y se dirigen hacia el clon, lo contemplan y se crea el silencio, un silencio que habla por la boca de los tres, no hay nanomáquinas que trasnmitan esa información, por primera vez Mark IV, se siente humano, siente emoción, entiende el significado de esa mirada, sabe que tiene que irse, sabe que el anciano ha muerto por su estancia en esa casa, y ha sido porqué ha facilitado información a alguien que ha ordenado su ejecución, es hora de marchar, extiende su mano, su única mano hacia las niñas, las pequeñas mujeres de idéntica cara, ellas le agarran la mano con fuerza, lo suben encima del Mantyr, encima del lomo aún reposa sangre reseca del anciano, el clon no puede evitar tocarla, sangre real, sangre de un humano real, las niñas lo miran despidiéndose de él, le indican al insecto algo, algo que las nanomáquinas por segunda vez no logran descifrar, el Mantyr recoge sus patas, coge velocidad, empieza a extender sus alas membranosas y repletas de preciosos dibujos abstractos, mientras lentamente las gotas comienzan a bañar su coraza crustácea y la sangre de Ahroz, su mejor amigo, su único jinete, se va disipando ante la atenta mirada del clon, y a medida que va cogiendo altura, Mark IV, el clon de ultima generación, mira hacia abajo, mira a Sasha y Misha, siguen observándole, mientras se pierde en el cielo, nadando en la tormenta, hacia un destino indescifrable, las chicas permanecen estoicas, y no es hasta que lo han perdido totalmente de vista cuando comienzan a movilizarse, rápidamente hacia el conjunto de hogares verticales, adheridos en las paredes de las rocas de las montañas, el clon desearía saber hacia dónde se dirigen, desearía saber porqué no han ido con él, le inquieta hacia dónde va, si es predeterminado, si va a ser abandonado, el Mantyr no dejaba de volar, poco a poco, la temperatura fué bajando, tenía frío, se aferra a su túnica, y busca calor en el frío lomo del insecto gigante, tiene la sensación que estan distanciándose muchísimo, tiene la sensación que esta viajando a otro planeta,pero continuan en el mismo, la lluvia ha cesado, solo hay niebla, niebla y mar, un inmenso mar se abría de par en par, ausencia total de tierra, el Mantyr inicia su descenso hasta reposar tranquilamente en el agua, a medida que avanzaban la niebla iba disipándose hasta que Mark IV contempló con sus ojos artificiales una visión, una visión gigantesca, un enorme ojo del color del cielo lo observaba a él y al insecto, un ojo que no cesaba de llorar, sus lágrimas generaban olas, sus olas se unian al mar, el Mantyr retrocedió, habían más ojos dispersos, lagrimantes, aquel lugar, era un mar de lágrimas, de tristeza, de alegría, era imposible de discernir, las nanomaquinas del interior del clon no supieron dotar de ninguna información a aquel cuadro, aquella visión redundante de ojos gigantes, el clon quería hablar, quería comunicar, se veía limitado, entonces pensó, que no necesitaba verbalizar, y recordó la mirada de las niñas, recordó como las entendió sin rechistar, simplemente prestándoles atención, y poniéndose en pie encima del Mantyr se quedó observando a uno de esos ojos, la pupila se dilataba y se contraía captando el movimiento leve de Mark IV y su montura, el clon se concentró, pensó que deseaba saber que hacia allí, transmitió su miedo, su necesidad de respuestas y el ojo, aquel inmenso ojo, dejo de llorar y se cerró, y cuando se volvió a abrir se vislumbró un tunel, una entrada a un lugar, desconocido para él, desconocido para bien o para mal, el humano artificial le dió unos ligeros golpes en la cabeza del Mantyr y empezaron a avanzar hacia el interior, y a medida que avanzaban una luz les acogía, una luz cálida totalmente opuesta al frío gélido, y mientras se embargaban de esa candorosa bienvenida, ambos, jinete e insecto, caían en un estado de sueño hasta que el párpado del ojo sin dueño, se cerró y se hundío en el mar.
Las siamesas corrían apresuradamente hacia los hogares de la sección 2, la tierra, el lugar dónde vivían, el lugar que tenían que defender, el lugar dónde encontraron la felicidad, se detuvieron en una escalinata de piedra y pulsaron unos resortes, al accionarlos, unos mecanismos primitivos conformados por tuercas talladas en piedra y madera empezaron a movilizarse, las casas de piedra, empezaron a cambiar de posición, alineándose todas en una línea vertical perfecta, empezaron a descender por una vía férrea camuflada en la montaña, como si de una enorme cremallera se tratase hasta posicionarse en tierra, de la cúpula de las casas, esas grandes protuberancias, emergieron cañones, tubos de piedra, que apuntaban hacia el cielo, la sección 2, la tierra había sido antiguamente la zona de entrenamiento de los cazadores, y estaba repleta de artilugios y armas de defensa camufladas, creadas por los propios cazadores en sospecha de alguna traición que podría producirse entre alguna de las particiones,ellas sabían a lo que se exponían, la mirada de Arhoz, su padre, se lo había indicado todo, si su padre murió, no tardarían demasiado en ir hacia la sección 2, ya abandonada y dejada, habitada por unos pocos cazadores retirados, solo sería cuestión de tiempo, se activó la sirena de alarma, los cazadores que habitaban por los alrededores comenzaron a reagruparse, un equipo de ancianos, de viejos, acompañados por sus hijos, sus hijos, siameses, gemelos unidos entre sí, todos juntos, expectantes al momento, aquel día llegaría, ellos lo sabían, Lonestar, su Dios, se cobra los pecados por traición con la muerte venida del cielo.
Sasha y Misha no se preocupaban por el clon, sabían que el Mantyr lo había llevado sano y salvo al mar de los depresores, sabían que el clon había entendido su lenguaje visual y que había logrado acceder al interior. Al resto de cazadores no les hablaron de él, contaron el impacto de Lonestar en el cielo, la caída de cuerpos y las muertes sangrantes, pero no hablaron del clon, no era necesario que lo supieran, no era necesario que murieran más por esa razón, no hacia falta acelerar su condena, su aniquilación. El cielo, comenzó a poblarse de naves de cristal rojizo, como un manta cobriza de diamantes de rubí los cazadores, los siameses y siamesas estaban cubiertos por un bazar de joyas flotantes con capacidad de destrucción, ellas y ellos, cazadores y siameses, sabían que su momento había llegado, las niñas, Sasha y Misha, se desnudaron, se arrancaron la ropa, la piel,mostrando su cuerpo metálico, repleto de armas, en la intersección que las unian había un cañón, tenían que ser siamesas, tenían que poder ocultarlo,tenían que parecer humanas, eran androides de guerra,Lonestar las envió allí, a ellas, a ellos, androides de guerra caídos del cielo, los cazadores, las encontraron,les dieron un hogar, una apariencia, una felicidad

. Ahroz, su padre, les dijo que Lonestar los había enviado con ellos porque algún día la guerra se cerniría sobre su población y tendrían que hacer uso de aquello que ocultaban, revelar su verdadera apariencia, la forma de vida androide en el reinado de Ishtar era considerada una corrupción, estaba terminantemente prohibida la convivencia entre humanos y androides, en el mar de los depresores ellas adquirieron su imagen, ellas y sus hermanos, aprendieron a ser humanos, a ser débiles, a aparentar lo que no eran. A luchar por sus valores, a defender su vida, su vida, los cañonazos provenientes de las protuberancias rocosas comenzaron a sonar, derribando algunas naves de color rubí y esparciendo sus restos como una lluvia de diamantes, mientras los androides disparaban con sus armas al compás de los gritos de dolor de sus padres, los cazadores, siendo abatidos por las bolas de energía, impregnando de sangre y diamantes la tierra seca, marrón y amarilla, mientras los siameses defendían, luchaban por mantener su vida, su felicidad, ellos no sangraban, no gritaban, morían y caían con orgullo, como humanos, androides con alma, algunos recordaban momentos, otros, estallaban activando su programa de autodestrucción, Sasha y Misha, recordaban la mirada de su padre, recordaban cuando lo encontraron por primera vez, perdidas con sus hermanos, en el compartimento de armamento de la nave en la que viajaban, el viaje al mar depresor, recuerdos, sonidos de disparos, se quedan sin munición, sin energía, pero sonríen, no es una derrota, es una victoria, han luchado, como humanos, hasta el final, y esa libertad, es algo que nadie les arrebatará, y mientras una inmensa bola energía proveniente de la nave nodriza se acercaba a ellas, iluminando su rostro de un color rojizo, ellas pensaron en el clon, y una lágrima, de sangre, de satisfacción, broto de sus ojos, y de repente, luz, la bola de energía impactó contra ellas, una explosión que las deshizo en cenizas. El Sabhtak emergió de la cupula de su nave diamante y ordenó a toda la flota que realizaran una inspección a los alrededores y ,mientras él, contemplaba la zona dónde Lonestar había dejado su rastro, la sección 3,el embarcadero, los muertos, los clones, las probetas, una sonrisa se marcó en la comisura de los labios del Sabhtak, una sonrisa maliciosa y de control.

jueves, 4 de octubre de 2007

CAPITULO 3: CATARSIS


Un globulo ocular de enormes dimensiones viajaba hacia las profundidades remotas del mar de los depresores, en su interior, durmientes, un clon y un Mantyr, aletargados como niños pequeños, acogidos por la calor del ojo de incógnito, arrastrados por el nervio óptico sensitivo que los movilizaba en ese cúmulo de burbujas hacia la más recóndita obscuridad, Mark IV, debido a la presión latente, sintió que uno de sus oidos empezó a sangrar, el dolor hizo que se despertase, el ojo era translucido por la parte trasera, podía visualizar dónde se hallaban, él y el insecto-mamífero, de poco le servía ver en un lugar dónde todo era negro, no había señal de vida, únicamente se podían discernir los filamentos luminiscentes de los otros nervios ópticos de los ojos que permanecía flotantes en la superfície, la contemplación de todos los nervios alineados daban la impresión de estar descendiendo por los hilos de un arpa gigante, Mark IV, el clon que ahora libre, se sintió como en casa, como en su probeta, al saber que el Mantyr estaba a su lado, intuyó que se dirigían a un lugar dónde estarían seguros, libres de control, el Mantyr de prontó comenzó a emitir chillidos agudos que alertaron al clon, del extremo inferior de sus patas comenzó a generarse unos filamentos, cuando Mark IV se aproximó para extraerlos se quemó, desprendían acido, un acido que empezó a corroer la estructura interior del ojo y a generar oberturas por las que se colaba el agua, el Mantyr no paraba de chillar, estaba envolviéndose en una especie de cúpula, una crisalida, tal vez en contra de su voluntad. El clon hizo un último intento por abrir la pupa y por poco pierde la mano que le queda, la cobertura era ácido puro humeante, desprendía un olor nauseabundo, desconocía si el insecto había muerto, lo desconocía él y las cada vez más ignorantes nanomaquinas de su interior, y mientras permanecía impotente ante la situación, el gran ojo comenzaba a inundarse de agua, cubriéndole los talones, mojándole la túnica negra, la túnica del viejo jinete, deseaba chillar, pero no podía, deseaba actuar, hacer algo, de nada le serviría, sólo podía esperar, condenado a esperar, y mientras observaba la catarsis del insecto, expectante a los acontecimientos que para bien o para mal estaban a punto de suceder, su cuerpo por mitad del tronco ya cubierto de agua y su mirada fijada hacia su interior,sus recuerdos, su alma, el ojo se desvanecía en las profundidades de la oscuridad, desapareciendo, fundiéndose con el mar.

La sección 2 había quedado completamente desolada, los diamantes flotantes estaban acabando de exterminar todo resquicio de vida en la sección 3, el embarcadero, el Sabhtak, el que determinaba las ordenes, el de rostro joven e indeleble al paso del tiempo, Mauah, permanecía sentado en el trono de su nave flotante, con forma de corona, construída a base de rubís y diamantes, esbozando una sonrisa, de alivio, recordó lo que tenía que proteger, recordó que dependían de los Sabhtaks que el reinado de Ishtar permaneciera en el más absoluto de los anonimatos, durante la reunión de toda la congregación Sabhtak del reinado de Ishtar se sentenció que en el caso de que se intuyerá alguna señal, movimiento, acto que pudiera hacer peligrar la identidad del propio sistema se procedería a la erradicación total de la sección o secciones que fueran convenientes, Mauah llevaba 200 años allí, había destruído en su existencia 120 secciones del reinado, ahora solo quedaban 5, por poco tiempo. El Sabhtak desde su trono recibe una orden, una orden que viene reflejada en proyecciones holograficas desde los cristales de rubí de su trono, le dicen que erradique definitivamente la sección 2 y la 3, el Sabhtak asiente con la cabeza, posa sus manos en el trono, unos paneles esfericos de control emergen, paneles conformados por cristales, su techo se cubre de cristales rojos opacos, eleva las manos, de su trono emergen diminutos cristales con forma de piramide que van agrupándose, lentamente, un sonido del interior de su cabina informa a todas las demás naves que se unifiquen, las naves empiezan a fusionarse, creando una inmensa espada de miles de metros de longitud, una espada de rubí, la espada de la condenación, la nave de Mauah, el Sabhtak adquiere forma de mano y toma por la empuñadura la espada, ante la mirada de los demás habitantes de las otras secciones, la sección 4, Hoguban, que contemplan a cientos de kilómetros la espada, ya no se asustan, estan habituados a las particiones, se arrodillan, hombres, mujeres, niños, rezan, rezan por su vida, rezan porqué su sección no sea la siguiente, en la sección 5, Onstopia, hacen cánticos rituales, y los más jovenes se aparean con sus novias por miedo, por necesidad de perpetuar su linaje. En la sección 1, Capilot, los Sabhtaks y guardianes en formación contemplan las acciones de su hermano, su discípulo, su compañero, a la espera de unos resultados óptimos, Mowah, el sabio, el Sabhtak más mayor, va indicándole las acciones a Mauah hablándole desde un diamante introducido en su lengua, como un doctor dándole instrucciones a un cirujano en prácticas, el Mowah marca paso a paso los cortes que agilmente va realizando Mauah para fragmentar la sección 2 y 3 del reinado de Ishtar, la espada de la condenación genera una partición que llega hasta el núcleo, provoca terremotos, la tierra comienza a resquebrajarse y elevarse en el cielo, como dos inmensos bloques de piedra, dos pequeños planetas, la sección 2 y 3, flotan ascendientes hacia el universo, Mauah continua efectuando más y más cortes longitudinales con gran precisión, destrozando cordilleras, casas, arbustos, provocando un mar de meteoritos que con suma velocidad van siendo proyectados hacia el universo, no era su primera vez que realizaba una partición, pero sí que era la primera vez que la realizaba solo, ante el espectaculo, horrendo para los de la sección 4 y 5, maravilloso para los de la sección 1, los Sabhtaks aplaudian ante la hazaña del discípulo, Mowah felicita la labor de su hermano. El Sabhtak joven, Mauah se dispersa, la espada de la condenación se vuelve a convertir en un conjunto de naves, de las cuales, él, es su pieza central y contempla, satisfecho como el gran vacio, se llena de mar, un mar, el de los depresores, que llenará y separará a partir de ahora la sección 1 de las restantes, un mar que paulatinamente se ha convertido en la señal de su poder, de su control, y Mauah, durante unos segundos, siente miedo, se cuestiona si sus actos terminarán por acabar con él, con su raza, si los actos que estan realizando son verdaderamente lícitos, pero solo era un pensamiento de unos segundos, ordena a las pequeñas naves de diamante que vuelvan a la Catedral, los diamantes aéreos comienzan a avanzar haciendo un surco en el aire, precedidos por su lider, y al llegar a la Catedral empiezan a adherirse en la roca de la misma, conformando parte de su ornamenta, mientras el Sabhtak Mauah, desciende hacia la cúpula, ante los aplausos de sus guardias y sus hermanos.
.
El agua ya llegaba por el cuello de Mark IV, y el cristal del globulo ocular, el ojo en el que se hallaban estaba a punto de reventar por la presión, no habia atisbos de nada, el clon, el aprendiz de humano, quería gritar, y lo hizo, aunque no podía escucharse, el agua empezó a reventar el cristal violentamente, todo se cubrió de líquido, Mark IV desesperado echó a llorar hasta que el agua le cubrió todo, aguantaba la respiración, golpeaba al Mantyr en su prisión de líquido hermético que continuaba descendiendo a ningún lugar, entonces lo pensó, los habian condenado a la muerte, a los dos, no había otra opción, todo había sido una trampa por las androides, jamás antes, ese clon, había desconfiado, su código establecido no le permitía generar determinados juicios, y ahí lo estaba haciendo, probablemente muchas de las nanomaquinas de su interior se destruyeron con el impacto y la abrasión, era la única razón, era la única opción, Mark IV, se esta quedando sin aire, su pecho empieza a convulsionarse, y se ahoga, con los ojos abiertos de par en par, se cae, flotando lentamente, hacia la base del ojo, de pronto, un brazo emerge, un brazo procedente la crisalida del Mantyr, un brazo no humano, conformado por un armazón crustaceo, pero de forma humanoide, tiene cinco dedos, negros, acabados en uñas puntiagudas, la pupa, estalla en pedazos, un rostro, el de un ser desconocido para Mark IV, hace aparición, es un humanoide, acorazado con la estructura externa del Insecto, sus ojos conformados por millones de paneles simetricos contemplan al clon y mientras con su antebrazo extrae un enorme aguijón salido de una membrana le dice a Mark IV,

- Tranquilo, hijo de Lonestar, ya estamos llegando, respira.

Ese ser, el Mantyr, su evolución, me dijo que respirará, inhale el agua, el líquido, se podía respirar, mis pulmones se inundaban de líquido oxígenado, información que las nanomáquinas no supieron determinar, su base de datos estaba en crisis, y mi mente también, contemplé a ese humanoide con aspecto de guerrero, con su aguijón golpeó el cristal del ojo, nuestra protección, estalló en pedazos, solo quedaba el nervio óptico, el filamento luminiscente, me dijo que me agarrará, él extendió sus cuatro alas membranosas y me seguía a mi lado, sonríente, libre, comencé a ver muchos filamentos, había algo al fondo que se divisaba, un inmenso coral, repleto de ojos, muchos introducidos en cuevas, otros ascendiendo a la superficíe, y ese coral se desplazaba hacia algún sitio, un sitio que jamás podría llegar a imaginar, el filamento nos arrastraba, a mí, el Mantyr humanoide me seguía, hacia una horadación del coral, cuando me quise dar cuenta, tomar un ánalisis de la situación me hallaba dentro, dentro de una cueva, una cueva blanca, repleta de perlas preciosas, brillantes, a mi lado estaba el Mantyr humanoide, yo me encontraba arrodillado, exhausto, respirando ese líquido, ese mar de los depresores, lágrimas de felicidad y de tristeza y delante de mí estaba ella.
La morena, mi morena, la clon de la probeta, la mujer que desee, seguía con vida, vestida con un traje de coral minimalista, que tapaba sus zonas reproductoras y erógenas y con el pelo flotando en el agua, me contemplaba con sus ojos marrones, me miraba y sonreía, me había reconocido como yo a ella, me tomó de la mano, me dijo que la acompañara, entramos en un tubo en espiral, ella, el mantyr y yo, un tubo que nos desplazaba a toda velocidad a otro nivel, el coral con ojos quedaba lejos ya, nos aproximabamos a una inmensa cabeza, una cabeza con vida,una cabeza que me observaba, con grandes barbas que parecían una jungla selvática, el tubo en espiral la iba rodeando hasta que accediamos por uno de sus oidos a una recámara principal, ya no había agua, vomitaba el líquido, ella y el Mantyr con forma humana me contemplaban, pero no estabamos solos, habia alguien más, un hombre, un anciano, me estaba observando, me habló,

- Hijo de Lonestar, nos dijeron que no podiamos practicar la magia

Ellos no podían practicar la magia, la tecnomagia, no podían practicarla en esa tierra.

El anciano se me acercó,

- Hijo de Lonestar, nos dijeron que si practicabamos la tecnomagia, moriríamos.

Les dijeron, que, si practicaban la tecnomagia, serían aniquilados.

El anciano toca la gargante del clon,

-Hijo de Lonestar, no puedo hacer que hables, pero puedo hacer que hablen por tí.

El anciano palpa el hombro de Mark IV, el hombro de su brazo cercenado.

- Hijo de Lonestar, yo no puedo darte un brazo, pero puedo darte, magia.

El anciano genera una luz en la herida dónde figuraba el brazo de Mark IV, su perdido brazo, su sangre empieza a brotar, un chorro de agua surge del exterior y se mezcla con la sangre, ante la atónita mirada del clon, ese líquido comienza a adquirir una forma de algo, algo transparente, pero móvil, unos dedos, unos dedos que se mueven, un antebrazo, conformado por sangre y por agua, un brazo, un brazo de agua, agua y sangre, agua de lágrimas y tristezas, y mientras Mark IV, observaba la palma de su nueva mano, su mano mágica, su brazo mágico,a traves de ella podía ver el rostro de la morena, sonriente, expectante, ante las lágrimas del clon, lágrimas de felicidad, que iban brotando hacia arriba, mezclándose con el mar.

miércoles, 3 de octubre de 2007

CAPITULO 4: THAYZA I

Observo los ojos de ese hombre, de ese clon, me mira con interés, me produce un escalofrío por el cuerpo retener su mirada, creo que me desea, no estoy segura, es la primera vez que un hombre me mira así, estoy encerrada en esta probeta de cristal, respirando mi propio aliento, solo puedo reconocerme a mi misma, estudiarme, me toco los senos, son bastante grandes, ese hombre sigue mirándome mientras me reconozco, no me importa, estamos desnudos todos, somos
desconocidos todos, hermanos y hermanas, herederos de un destino que nos han adjudicado sin nuestro consentimiento, observo mis brazos, atléticos y ágiles, mis piernas musculosas y mis caderas, soy Thayza I, clon guerrera de ultima generación, la primera de mi promoción, no han existido versiones anteriores a mí, destinada a luchar, destinada a morir, por las causas que deba acometer, proteger, defender, matar, eso es irrelevante, mi cabello flotante se cruzca entre mis dedos, en la muñeca tengo un código numérico, indica la zona donde me confinan, los clones de estirpe guerrera como yo, tenemos otro proceso burocrático de selección que los destinados a actividades más mundanas o rutinarias, a nosotros nos agrupan por especialidades, yo tengo el código alfanumérico XCV2894MN/ALPHA, indica mis aptitudes de combate, mi ponderación mental, mi destinación actual, soy especialista en combate cuerpo a cuerpo y manejo de armas de fuego y otro tipo de utensilios tales como cuchillos, espadas, lanzas, me han inoculado varias disciplinas de arte marcial, estoy formada para matar sin rechistar, las nanomaquinas de mi interior han bloqueado determinadas zonas frontales de mi cerebro para inhinibir posibles trastornos o traumas psicológicos por los actos que voy a acometer, de esta manera, nos hacen más efectivos, de esta manera, nos hacen menos humanos. El hombre sigue mirándome, deseándome, yo al verle a él ya no siento nada, mi desarrollo emotivo difiere del de él, no nos han educado para tener empatía con nuestros semejantes, todo el mundo es enemigo potencial, nos alienamos de nosotros mismos, de ellos, de ellas, ese hombre, el que me mira, jamás comprenderá, que hay algo más que unos metros de longitud y unas probetas que nos separan entre él y yo, entre su deseo y mi apatía, hay algo más profundo, psicológico, le contemplo seria, el hombre se pone a llorar y misteriosamente lloro con él, mis lágrimas descienden por mi cuerpo, el resto de mis compañeros lloran al unísono, no sé porqué, pero me da igual, ya cesará, no es más que un proceso, sólo eso, el filtro difusor superior de mi probeta expulsa particulas para que entre en sueño, mis ojos se cierran, duermo.
Me veo a mi bailando, voy desnuda, aparentemente, llevo unos lazos de seda rojos que flotan alrededor del cuerpo, mi piel es más morena, tengo la boca tapada con un pañuelo transparente, estoy en un gran local, la gente me vitorea, me silba, expectantes a la proxima proeza que voy a realizar, me siento viva, libre, soy bailarina, efectuo volteretas en la plataforma giratoria al ritmo de música oriental y vuelvo a caer de pie, todo el mundo me admira por mi don, me aprecia, me quiere, me tiran rosas, me tiran besos, y despierto, abro los ojos, noto frío, en mis pies, agua, no de la parte superior de la probeta, esta vez provienen de una perforación, el cristal, mi protección, esta rota, la probeta se esta inundando de agua, y yo con ella, me estoy hundiendo, los paneles estan oscuros, no sé dónde estoy, pero mi cuerpo no esta suspendido a gravitación, no me encuentro en el espacio, la probeta va sumergiéndose en el agua, todo mi cuerpo esta cubierto hasta el cuello de líquido, exceptuando una pequeña porción justo donde esta el difusor de particulas, ahí queda aire, ahí me contengo, ahí respiro, mientras desciendo, por la presión del agua, la probeta estallará, seguramente la nave Emperor habrá colisionado contra algún asteroide y algunas probetas nos desprenderiamos del remolque, esperaré a descender más hasta las profundidades, aguantaré la respiración y cuando la probeta estallé, ascenderé a nado, mi cuerpo esta preparado para resistir altas presiones, y también puedo permanecer bastante tiempo conteniendo el aire, puedo sobrevivir, puedo conseguirlo.
Pero la probeta no estallaba, el material oscuro que me rodeaba no se rompía con tanta facilidad, y yo iba sintiendo como descendía sin parar, las reservas de oxígeno se estaban acabando, estaba totalmente cubierta de agua, aguantaba la respiración, hasta que no pudiera más, moriré luchando, como una guerrera, aunque no haya combatido jamás, lucharé por mantenerme en vida. Las nanomaquinas de mi interior se ocupan de potenciar mi capacidad pulmonar, intentan regular el ritmo cardíaco, pero no sirve de nada, retengo las convulsiones, el agua empieza a entrar en mi interior, dejo que pase, me ahogo, con orgullo, me ahogo, pero contra todo pronóstico, puedo respirar, respiro bajo el agua, estoy viva, no me asombro. Ordeno mentalmente a las nanomaquinas que me inoculen proteinas de reserva hacia mis brazos para tratar de romper la probeta, golpeo la probeta con todas mis fuerzas, el agua bloquea el impacto y lo hace mucho más costoso, de pronto noto que algo sostiene la probeta, se esta desplazando, hacia algún lugar, cierro los ojos y me concentro para actuar, me concentro en el exterior, son dos seres los que me arrastran, uno a cada lateral, van a nado, sus manos estan apoyadas a cada lado de la probeta, hablan entre ellos, hablan mi lengua, la lengua terrestre, puede que la nave Emperor haya vuelto a la base, puede que no se trate de ningún accidente, puede que vayan a reciclarme, o tal vez haya llegado a mi destinación, lo ignoraba todo, y la probeta se detuvo, escuchaba voces en el exterior, la probeta, el caparazón negro comenzó a eclosionar, un foco de luz penetró de repente, reventaron los cristales, grite, desnuda, de pie, rodeada de seres hechos de coral, que me contemplaban con ojos humanos, los estudiaba, no iban armados, me observaban, parecían pacíficos, había un anciano, humano, de carne y hueso, llevaba una armadura hecha de coral rojizo, su barba gris y blanca flotaba en suspensión al igual que mi cabello, me observó de arriba a abajo y con un movimiento de manos descompusó a uno de esos seres de coral y creó un traje que se adherió a mi cuerpo como una lapa, rodeando mis senos, cubriendo mi vagina,protección en los hombros, rodillas y antebrazos. El anciano habló:

- Hija de Lonestar, bienvenida.

Thayza I contemplaba al anciano con desconfianza pese a la cordialidad con la que había sido atendida, y atendiendo a su formación, su origen guerrero, le reprendió:

- ¿Dónde me encuentro? Soy una guerrera clónica,iba en vuelo itinerante en la nave Emperor a varios sistemas del universo.¿ Quién eres tú, qué es lo que deseas de mí?

El anciano se rasca su túpida y espesa barba y se aproxima a ella, le acaricia el rostro afectuosamente,

- Hacia mucho tiempo que no sentía el tacto de una mujer, me llamo Marmag. Tienes muchas cuestiones, por tu aspecto diría que estas formada para la batalla.Contestaré a tus preguntas una por una, ahora mismo, en este preciso instante, te encuentras en el mar de los Depresores , subsección del Reino de Ishtar, lugar dónde yo he permanecido los ultimos 140 años, tú, has permanecido varios días inconsciente en tu probeta, aletargada, al parecer todos los tuyos, tus hermanos, estan muertos, Lonestar acabó con ellos.

Thayza I contempla al anciano,

- ¿Lonestar? ¿Qué es Lonestar?

El anciano le sonríe con sarcasmo,

- Lonestar es nuestra condena, es la muerte, es nuestro Dios, la energía que propulsa el Reino de Ishtar, aquí fuera, en la superfície, hay un mundo, un mundo regido por unas reglas, en todas ellas, el máximo exponente es Lonestar, y de tí no quiero más que aquello que estes dispuesta a dar.

Thayza I atiende, no había recibido ninguna información concerniente a lo que Marmag le contaba en su etapa de inoculación cognitiva,

El anciano prosigue con su explicación mientras le insta que le siga, los seres conformados por coral se deshacen, Thayza I y Marmag se introducen por un tubo en espiral de grandes dimensiones y mientras viajan en el, el anciano Marmag sigue explicándole,

- Tú, Thayza I, no has caido aquí por casualidad, pocos son los que entran aquí y continuan con vida en el reino de Ishtar, algunos han intentado hacer vida normal, otros vinieron a buscar ayuda, cada cierto tiempo, el Reinado de Ishtar corre peligro de ser descubierto y es cuando Lonestar actua para erradicar toda señal.

Thayza I contempla una inmensa cabeza con barbas flotantes, se estan aproximando a ella,

- ¡Es una inmensa cabeza!

El anciano Marmag, se jacta de risa,

- Sí, es una cabeza, mi cabeza real, lo único que queda de mí.

Marmag y Thayza I entran desde el tubo helicoidal por uno de los oidos de la gigantesca cabeza, aparecen en una inmensa sala, la recámara principal,conformada por neuronas gigantes que nadaban en el líquido, brillando por la zona alta, en la oscuridad, al fondo se divisaba un orificio ocular de donde sobresalían nervios ópticos, con ojos inmensos que ascendían hacía la superfície.

- Hija de Lonestar, llevo mucho tiempo esperando una señal, algo que me indique cuando era el momento adecuado, no espero obligar a nadie, pero, no tienes otra elección, actualmente te hallas aquí, sin vuelta atrás. Todo lo que tenía valor para tí, carece de sentido ahora.

Thayza I escuchaba a ese hombre y pensaba lo ignorante y sabio que era a la vez, sabio por experiencia, ignorante por juzgar sus vivencias, desconociendo, que no había vivido, practicamente, nada, y mientras continuaba hablando le cortó, tajantemente.

- Todo lo que me cuenta esta muy bien, yo soy Thayza I, soy una guerrera, este no es mi lugar, debo encontrar mi lugar, quiero salir a la superfície.

El anciano Marmag fruñe el ceño y le reprocha,

- Thayza I, si subes a la superfície ahora, estarás muerta, debes prepararte.

Thayza I se da media vuelta y deja de escuchar a Marmag que se enfurece.

- ¡Thayza!¡ Hija de Lonestar!¡Creo que no te haces una mínima idea de con quien estas hablando!

Marmag eleva sus brazos y la salida hacia el tubo en espiral se bloquea con particulas de coral, Thayza I se gira, se acerca a una de las paredes arranca un trozo de coral afilado y se dirige hacia Marmag mientras emite un grito de guerra. Marmag se eleva hacia arriba y destruye el arma de Thayza I, genera un vórtice de coral que atrapa las piernas de Thayza I en el suelo, apresándola. Marmag elevado, flotando, con sus ojos brillantes de tono azulado le habla.

- ¡Yo, soy Marmag, un mago desterrado!Desde hace 150 años, en este confinamiento, esta dimensión, se pensaron que habían acabado conmigo. ¡Me cortaron la cabeza! Me lanzaron al mar, y en las profundidades, construí este mundo, con mi imaginación, con la energía de mis hermanos magos,gota a gota, lo que ves, este hombre elevado, flotando en el mar, no es más que un producto de la imaginación de mi mente, hecha realidad,¡Con magia!. Nadie puede aprender magia en Ishtar, en este lugar estoy solo, hasta que has aparecido tú, ¿entiendes?, ¡Es hora de recobrar el equilibrio, hora de revelarse!

Thayza I lo contempla y le grita,desesperada, ante la impotencia de no poder deshacerse de su prisión, ante la inutilidad de su formación como guerrera ante ese arte que ella consideraba extinta, ante el asombro de hallarse en un mundo fuera de su comprensión.

- ¡¿ Y que voy a ganar yo a cambio de colaborar contigo!?

Marmag desciende, se acerca a ella, deshace su coral, y le habla, lentamente,

- Poder.... y libertad, Thayza, hija de Lonestar, libertad para tí, y libertad para todos.

Marmag eleva una mano y genera un arma de coral, se la muestra a Thayza I que la observa absorta, mientras Marmag sigue hablándole,

- Todo el poder en la palma de tu mano, para tomarlo y usarlo para el bien.¿ No es mejor eso que vagar sin rumbo por el universo?¿No es acaso una buena
razón para vivir, una buena razón para morir?

Thayza I lo contempla sin decir nada, sus ojos, despiden lágrimas, lágrimas que otra vez, se siente incapaz de asociar a nada, de repente, uno de los nervios ópticos del orificio ocular, de esa cavidad, se ilumina, Magmar mira a Thayza I y le sonríe,

- Parece que no vas a estar sola, ve a buscarlo.

Magmar señala hacia el fondo, se divisa un ser con forma de insecto humanoide, a su lado hay un hombre, un hombre con una túnica negra.

El anciano mago abre la salida de su cabeza gigante, su espacio vital, y deja que Thayza vaya por el tubo hacia la búsqueda de ese hombre, ella no sabe nada, solo se deja llevar, por primera vez en su vida, por emociones, algo que desconocía que podía desarrollar, y en su interior, empieza a notar que algo cambia, que la hace más viva, más humana, mientras da giros y giros en el tubo en espiral, contemplando sonriente a ese conocido desconocido y su acompañante, sintiendo que una gran aventura, esta a punto de comenzar.

martes, 2 de octubre de 2007

CAPITULO 5: MOON

Los paneles maltrechos de la nave Emperor aún reflejaban parte del universo mientras que los propulsores dañados, a duras penas, expulsaban energía que iba desplazando aquel desafortunado trozo de metal hacia la tierra, azulada,repleta de islas artificiales y las factorias de energía Hidroeléctrica.El responsable a bordo de la nave, pide permiso para aterrizaje forzoso en una de las aerociudades que sobrevuelan el atlántico, la nave penetra en la atmósfera, sobrecalentándose, los paneles de navegación tiemblan, se inundan de órdenes restrictivas de cancelación de aterrizaje por peligrosidad, una mano, huesuda, metálica y negra, golpea el monitor destrozándolo, en su cabeza de cristal, en su interior, hay un bebé, un bebé flotando, repleto de injertos y conexiones, cerebrales, su cara esta marcada por cicatrices, al igual que su cuerpo, con su ojo cibernético observa como se desplega la pista de aterrizaje en la aerociudad Eos-10, su exoesqueleto cibérnetico de color negro brillante, como un caballero de la muerte, refleja las luces del cuadro de mandos, la nave Emperor colisiona en la pista, el bebé no se inmuta, toma los mandos de control, acciona palancas, percutores, interruptores, mientras la nave va desprendiéndose de diferentes partes a medida que va arrastrándose por el metálico suelo, quedándose únicamente en una cabina de pilotaje, la parte superior. El resto, ha quedado destruído, inservible, hecho trizas.

El piloto, el responsable de la nave, de los clones, del trayecto, abre una compuerta metálica y sale al exterior, dos androides le esperan afuera, aguardándolo encima de un aerodeslizador con forma de turbina, el piloto, el bebe flotante en su cárcel metálica, sube al vehículo, mientras los androides lo dirigen hacia la
Gran Madre, para emitir su informe, mientras surcan todas las indústrias, corruptas, sucias, explotadas en su afán de fabricación, dominada por robots manufacturadores crónicos, largas chimeneas de humo que conforman nubes químicas de diferentes coloraciones, chispas de eléctricidad de los reactores de las
aerociudades, generan rayos que chocan contra las emanaciones de los compuestos, conformando lluvia, el cristal del bebe se inunda de gotas, los androides conductores no se inmutan, no hablan, solo estan programados para transportar, mientras sus oxidados cuerpos obsoletos manejan los controles de la aeronave, entrando en túneles de ventilación con forma de boca de gigante, que se abren y se cierra con brusquedad, como si las máquinas tuvieran gula de alimentarse. Sobrevuelan la factoría de clones, el hipermercado de la carne, recorren sectores y sectores hasta que llegan a un gran orbe de color dorado, hay una cristalera, en su interior, rodeada de cataratas de agua de color azul, esta la Gran Madre, metálica, dorada, de ojos azules, con el cuerpo de una bella mujer humana, retratada en metal y circuitos, la Gran Madre aguarda acostada en una cama de cristal, a que Moon, el bebe del cuerpo metálico se aproxime a facilitar el informe del fracaso de la misión. Cuando Moon se acerca, la Gran Madre se levanta, su cabellera esta conformada por grandes tubos repletos de cables que le cuelgan por los hombros y la espalda, esa melena cibernética infinita, cae hacia las cataratas y se conecta con todo el sistema informático de la tierra, la Gran Madre es la conciencia, todo lo sabe la Gran Madre.
Moon se arrodilla delante de su creadora, al efectuar la doblez de sus articulaciones, se escucha un chasquido metálico, su voz distorsionada resuena por los filtros de comunicación de su exosqueleto, le informa a la mujer dorada, de que la nave Emperor, en vuelo itinerante con la mercancia de clones, fué dañada por un rayo de energía procedente de una ubicación desconocida, toda la mercancia se perdió con el impacto, duda de la supervivencia de cualquiera de las réplicas.
La mujer de aspecto dorado efectúa un movimiento con el cuello, del suelo cibernético emergen dos enormes pinchos que atraviesan el cuerpo de Moon, penetrando en su base de datos de memoria secuéncial, la Gran Madre desea ver el impacto, contempla la nave Emperor, un rayo de luz, surgido de la oscuridad, impacta contra uno de los laterales fulminandoló, las cosechas de clones, se desprenden de los anclajes, flotando por el universo, desapareciendo, las estacas cibernéticas que penetran a Moon se contraen, dejando caer al exoesqueleto con cabeza de bebe flotante arrodillado al suelo. La Gran Madre indica a las computadoras de rastreo que efectuen un barrido siónico a 70 años luz de la tierra, abarcando 800 galaxias conocidas. Del sector Sygma 7, unas plantas metálicas abren sus capullos, mostrando unos inmensos paneles de metros y metros de longitud que se separan como si de pétalos se tratarán, en la parte inferior unos propulsores elevan los pétalos reflectantes hacia el universo, conformando una capa flotante de paneles, a las ordenes de la Gran Madre, los pétalos metálicos generan una coreografía de luz y movimiento, efectuando una onda, una onda inmensa de luz, que empieza a viajar en milisegundos,por todo el universo, rastreando cualquier posibilidad de vida clónica. El silencio, del espacio, la negra nada, las chispas siónicas abarcan sistemas, planetas, no hay rastros de probetas, no hay rastro de réplicas, hasta que de pronto, una luz en el sistema computerizado vinculado a la gran madre en el sector Sygma 7 se ilumina, hay supervivientes, hay infractores, un panel holográfico se abre delante de los ojos azulados de la mujer dorada, ante la mirada de Moon, que contempla sin rechistar el proceso de búsqueda, dos nombres aparecen, dos géneros, dos sexos, un hombre de 1,80, 75 kg, formación diplomática, una mujer, de metro setenta, guerrera. Dos clones vivos, dos infractores, han decidido por cuenta ajena al código, han quebrantado la ley, su pena, es la muerte. La misión de Moon ahora, es localizarlos, y destruírlos, la Gran Madre, le vuelca información actualizada sobre la ubicación de los clones en el universo, se hallan en el sistema Nervis, 9 planetas, un sol. El planeta donde se hallan es difuso, las estadísticas sopesan la opción de que se encuentren en otro tipo de sistema de propulsión de grandes dimensiones con una masa similar a la de un planeta. Moon almacena toda la información, la compila, marcha del orbe dorado, sabe lo que tiene que hacer, indica a los androides que lo dirijan hacia la zona muerta, el contenedor de abortos, clones defectuosos, infrahumanos inservibles, los androides reprograman su código de navegación y establecen la ruta, despegan con la nave turbina, mientras Moon se aleja de la zona que le hizo renacer. Él era uno de los primeros intentos de recreación humana, un niño probeta, las primeras cosechas fueron totalmente defectuosas, algo salió mal, los bebes nacian con un alto
coeficiente intelectual, pero no se desarrollaban físicamente, a los defectuosos, inservibles, los llamaban abortos, eran enviados a la zona muerta, el contenedor, dónde eran reciclados, reconvertidos en cyborg o eliminados.
Moon fué reciclado en un cyborg, tiene la mente de un adulto, y el cuerpo de un bebe,la Gran Madre le obsequió con un exosqueleto metálico, ahora se dedica a pilotar naves y otro tipo de tareas más físicas, se dirige a la Zona Muerta a proveerse de cuerpos, de mentes, para crear un grupo de asesinos, para matar a Mark IV y Thayza I, clones infractores de la ley, acabar con su falsa libertad, su felicidad.

La nave turbina desciende a la Zona Muerta, cientos de fetos humanos deformes se apilonan en grandes montañas, otros clones deformes, deambulan, vacilando, arrastrando sus piernas malformadas, en busca de algo que llevarse a la boca, Moon efectua un scanner de rastreo de posibles candidatos, encuentra dos fetos en buen estado de conservación, todavía permanecen en sus probetas, estan desnutridos, pero intelectualmente son apropiados, los coge, se sube a la nave turbina y marcha del contenedor de carne, mientras sus hermanos, sus malformados semejantes observan como marcha, con la esperanza de que algún día ellos sean escogidos, mientras al fondo, otros prefieren quitarse la vida, atravesándose el torax con vigas de hierro,en la Zona Muerta, paisaje de cadaveres empalados, suelo de metal empapado de sangre, empapado de, muerte.
Una extraña sensación recorrió los cuerpos de Mark IV y Thayza I, un escalofrío, ambos se miraron, el sentimiento era mútuo, y no era bueno, sintieron miedo, en el extremo del universo donde se hallaban confinados, libres, algo les hizo presagiar, algo les hizo temblar, la imagen de la nave Emperor apareció en sus mentes, las probetas, la Gran Madre... Todo guardaba relación con la Gran Madre... Magmar el mago, interrumpe su estado de catalepsia, y los devuelve a la realidad,

- ¿Muchachos, se encuentran bien?

Hace dos días que Mark IV y Thayza I se reencontraron en el mar de los depresores, ahora se encontraban en un gran comedor, con Magmar y el Mantyr, siendo instruídos, Magmar les inculcaba el pasado por el cual fué confinado a su cárcel de agua, hasta que su concentración fué interrumpida por esa sensación, Magmar les volvió a preguntar,

- ¿Hay algo que les preocupa?

Mark IV se toca su túnica con su mano de agua y contempla a Thayza I, mientras se dirige hacia el mago,

- Tenemos la sensación de que correís peligro con nosotros aquí.

Magmar los contempla y frunce el entrecejo mientras intercambia una mirada con el Mantyr para acto seguido sonreírles con confianza, se aproxima
a ellos y les palpa los hombros a cada uno.

- Muchachos, el peligro, el miedo, es una sensación que todo ser vivo siente, y es fundamental para nuestro desarrollo como supervivientes, enfrentarnos a ello, el
hecho de que sintaís eso, no conlleva que nos tenga que pasar nada, si lo afrontamos con valentía y fiereza.Por eso estaís aquí, por eso os recogimos. Hijos de Lonestar, si habeís sobrevivido a el impacto de un rayo, podeís sobrevivir a lo que sea.
Mark IV contempla a Thayza I, la guerrera, la atractiva mujer que contemplaba por primera vez en su probeta, Thayza I le ofrece una mirada que lo tranquiliza, no puede explicarse como lo hace, pero siempre transmite esa serenidad autocomplaciente que le hace olvidar por momentos dónde esta, y se sumerge en su emoción, con ella, por momentos, pero vuelve a la realidad, y Magmar el mago, esta generando un holograma con sus manos, un holograma para explicarles
el pasado.

Y Magmar el mago comenzó a hablar mientras sus palabras cogían forma en los hologramas hechos de agua que fluctuaban ante sus ojos.

- Hace 200 años atrás el Reinado de Ishtar estaba formado por 125 secciones, cada sección estaba poblada por una raza distinta, con atributos y dotes diferentes, el objetivo de tal diversidad era crear un enriquecimiento cultural colectivo para expandirlo por el universo. Seres de diferentes sistemas se agruparon, aceptaron convivir con otros, y el Reinado de Ishtar se convirtió en un núcleo de unión de todas las civilizaciones conocidas en varios sistemas solares del universo, si el experimento sociológico funcionaba, el ejemplo se expandería y daría lugar a una nueva generación que germinaría en relaciones más positivistas a lo largo de toda la galaxía. Mi raza, los magos, suprahumanos desarrollados intelectualmente para el manejo del poder psíquico y lo paranormal, habiamos sido encomendados para enseñar nuestras artes a las otras secciones, fortalecerlos, para que no dependieran de la tecnología, al principio todo fué bien...

Mark IV y Thayza I atienden la explicación de Magmar, como si fueran niños pequeños que acaban de descubrir el mar, todo aquello para ellos era nuevo, no había información en las nanomaquinas, no había introducción de pensamientos, solo había emoción, asimilación, el Mantyr observaba la explicación del mago con los brazos cruzados, pendiente, tenso, sin relajarse, como si en cualquier momento pudiera estallar una guerra, Magmar proseguía con su espectaculo de teatro y magia.

- Un día un rayo de luz asoló el cielo, y llegó la oscuridad, durante meses permanecimos en la más absoluta penumbra, esto a muchas razas les asustó, los inquietó, paulatinamente varias secciones fueron destruídas, sin explicación, el terror asoló a los habitantes del Reinado de Ishtar, los magos iniciamos una investigación para destapar lo que estaba ocurriendo y entonces apareció él.

Mark IV atiende las explicaciones del mago y va atando cabos con su lógica diplomática, incidió en su explicación,

- Marmag, permíteme un inciso, pero según mis deducciones, lo que sufristeís fué una especie de golpe de control totalitario encubierto en acciones de terror, es una forma de manipulación.

Marmag asiente con la cabeza,

- Sí, Hijo de Lonestar, así fué, un día nos vimos asolados por un inmenso gigante hecho de diamantes rojos que portaba una espada, con ese arma, fraccionaba las secciones y las destruía, ese monstruo, decía que había venido de Lonestar, al igual que los Sabhtaks que tomaron la torre de Ishtar y se declararon amos del lugar.

Thayza I replicó,

- ¿Los Sabhtaks? ¿Qué son los Sabhtaks?

Magmar continuó con la explicación, mientras generaba formas con sus manos, ahora el agua la entornaba de color rojo, dandolé más espectacularidad a su narración, las luces que emitían sus hologramas formaban composiciones de color que iluminaban la oscura profundidad en la que estaban envueltos, llenado la negrura con algo de alegría, mientras el mago proseguía con su explicación,

- Los Sabhtaks son magos, controlan la alquimia, y son expertos en manipular piedras preciosas, llegaron al Reinado de Ishtar por Lonestar y empezaron a extraer minerales y diamantes de la tierra para generar sus armas, el culto de Lonestar generó religiones, control, manipulación de la que los Sabhtaks se beneficiaron mientras iban neutralizando todas las razas que se oponían a ellos, mi raza, los magos, luchamos contra ellos, muchos perecieron,y yo, absorviendo la energía que todos mis hermanos me entregaron, me crecí, crecí hasta convertirme en gigante y me enfrenté al monstruo de diamante, hasta reducirlo a pedazos, pero al parecer, me olvidé de una de sus manos, la que portaba la espada, cortaron mi cabeza y la ocultaron, en el mar, alejada de la vista de las demás razas y aquí con mis poderes psíquicos y de transmutación, logré reconvertirlo en lo que es ahora, vuestro refugio y mi hogar.

Thayza I se levanta palpa las paredes de coral, extrae un trozo, afilado, lo empieza a mover, Mark IV, le dice a Magmar que detenga la explicación,y se dirige a él, mientras la guerrera da golpes certeros a un contrincante imaginario,

- Nosotros solo somos 3, si contamos con el Mantyr, es imposible que podamos devolver a su estado original este lugar.

Magmar cabreado fruñe el entrecejo y se acerca a Mark IV,

- Escuchamé Hijo de Lonestar, si sobrevivistes a un rayo, puedes hacer lo que sea, tienes dos opciones, puedes salir a luchar al exterior y reafirmar tu libertad, con una nueva vida, o bien acabar muriendo aquí, no tienes muchas elecciones.

Mark IV con su pensamiento lógico le replica al mago,

- Es totalmente imposible que adquiramos tus conocimientos o nociones de magia siquiera, somos humanos, clones, no estamos programados para hacer conjuros ni nada metafísico.

Magmar se le acerca,

- Os alimentareis de mí y adquirireís mi conocimiento.

Mark IV lo contempla sin decir palabra, sin asimilar el contexto de lo que acaba de decirle, Magmar genera un holograma, un holograma de su cabeza, penetra en él, y le enseña al clon, al Hijo de Lonestar su cerebro, un gigantesco cerebro, mientras la pupila de Mark IV se dilata y de fondo se escucha a Thayza I luchar a espadazos contra el Mantyr, ignorando lo que se avecina, ignorando su elección.

lunes, 1 de octubre de 2007

CAPITULO 6: ESPERANZA



Los diamantes de rubí reflejaban el centelleo de los ojos de Mauah, el Sabhtak mayor,el más veterano, 200 años llevaba en el Reinado de Ishtar, contemplaba las secciones que quedaban en su dominio, desde su panel de control, hologramas creados a base de cristales reflectantes, detalles de la población, chequeaba
las teclas de piedra preciosa y las iba pulsando lentamente mientras detalles de información de censo, natalidad, mortalidad, edades, iban apareciendo lentamente,
el sonido de los diamantes, vacuos, fríos, rebotando en el silencio de la sala de control, tan recargada y barroca, repleta de estatuas de marmitra y joyas, provocaba un efecto espeluznante que sólo se rompió ante la irrupción de Mowah, el Sabhtak ejecutor, aquel que particionó la sección 2 y 3 con la espada de la condenación,el discípulo espera firme y solemne, con la estoicidad de alguien de su rango a que su sabio líder y mentor, finalice la revisión, el Sabhtak sabio gira su cabeza lentamente, poblada de diamantes, ornamentos dorados afilados, acabados en puntas, como montañas dentadas y con sus ojos frios, insensibles contempla al joven Mauah esbozando una impercetible sonrisa, solo apreciable para los Sabhtaks, invisible para el resto.
Mowah se acerca al aprendiz, le habla, despacio, casi con un susurro, rasgado por una cortina de humo, así sonaba la voz del Sabhtak mayor, le dice que hay que convocar a toda la población del Reinado de Ishtar, le dice que hay que informar de la pérdida de la sección 2 y 3, le dice que ha sido Lonestar, el Dios de todos, quien ha decretado que la gente de esas zonas, debería perecer, como así dictamina el Bekhasim. "Les diremos que la profecía se esta cumpliendo y que deben obedecer a los Sabhtaks si no quieren perecer". El joven Mauah contempla a su líder, las palabras emergen de su interior como la lava de un volcán a punto de estallar, estaba eufórico, ambos, Sabio y discípulo, descendieron de la sala de control desde la circunferencia central, un dispositivo elevador que conducía a todas las salas de la Catedral desde la horizontal y la vertical, iba tambaleándose, flotando en el aire, descendiendo, Mowah, el Sabhtak mayor, manejaba la plataforma con la llave de rubí, una llave compleja, de diferentes espacios, hendiduras y relieves, de dificil recreación, con grabados profundos, sin esta llave no se podía manejar la plataforma, sólo el Sabhtak mayor la tenía, sólo él podía tenerla, el acceso a toda la Catedral de Ishtar, el acceso al poder. El joven Mauah, contemplaba como giraba la llave para mover la circunferencia, y un sentimiento por dentro comenzó a resurgir, sentimiento de posesión, siempre había deseado el poder, hasta ahora había guardado las apariencias, paciente, que su momento llegará, ahora, el Sabhtak mayor, confiaba en él, plenamente, le instruyó en las artes de la tecnomagia, le enseñó a manipular las mentes de la población, la cosecha de la que ellos se tenian que alimentar, de los miedos, los temores de la gente, para sobrevivir, puesto que los Sabhtaks, eran una raza que absorvía emociones de miedo y dolor para nutrirse energéticamente. Condición Sinequanon generar conflictos, miedos, matar, morir, aterrorizar, eso eran ellos, monstruos, así habían nacido, así existian. El joven Mauah, fuerte, vigoroso, luchador, observaba a su maestro, de espaldas operando la plataforma, ya no había respeto en su mirada, no había rigidez, sus ojos se tornaron, la mandíbula se apretó, sus manos se agarrotaron y se abalanzaron al cuello del Mowah, presionandoló, cortando cualquier entrada de aire que pudiera emitir algún sonido, silencio, la plataforma sigue descendiendo, la mano del Sabio, vieja y venosa, se agarra firmemente a la llave, intentando aferrarse a ella como a su vida, su cuello cruge, la cabeza se tambalea de un lado a otro, el joven Mauah sigue apretando, hasta que puede agarrar el cuello de su maestro con las dos manos, rozando sus dedos, mientras esboza una sonrisa, visible, maléfica, ahora él tiene el poder, el sabio cae, lo lanza de la circunferencia, metros y metros y metros hacia abajo, en silencio, dejándose llevar por la gravedad y el peso de sus ornamentos hasta impactar contra el blanco suelo de mármol, desperdigando todas sus joyas, rubies, sus ojos de cristal, diseminados por la Catedral, rebotando en las paredes, mientras un Mauah, joven, de rostro impenetrable por el tiempo, desciende por la circunferencia aérea portando la llave, sonríente, cerniéndose como una sombra sobre el cadaver de su líder, su maestro, su padre.
Thayza I se negaba a ingerir sesos de Marmag, el mago se jactaba de risa de ella, para Mark IV no resultaba óbice alguno sorberlos, al fin y al cabo, ellos eran compuestos de carne, y se alimentaban de ella, no había ningún tipo de restricción moral por la cual él, como clon humano, no pudiera alimentarse de
un semejante, el clon, lo confería como una metáfora del aprendizaje, así se lo había aplicado Marmag, no era una practica del canibalismo lo fundamental de
ese acto, sino la transmisión de conocimiento desde una vía rápida, el tejido cerebral de los magos absorvía la información y se transmitía de generación en generación, entre su raza, era un ritual místico alimentarse del cerebro del mago más sabio cuando este perecía para preservar su conocimiento. A Mark IV
le sorprendía que Thayza I, la guerrera atrevida, tuviera reparos en ingerir semejante substáncia, tal vez tenía que ver la condición sexual, el hecho de que fuera
hembra, la capacidad de generar vida en su interior, lo que fomentara su aprensión a no alimentarse de un igual. Las nanomaquinas de Mark IV, por enésima vez,
no supieron darle respuestas, el clon, comenzó a pensar que estaban verdaderamente dañadas, lo cual le alegraba, puesto que de esa manera, podría sorprenderse,
aprender de una forma progresiva por la experimentación, antes que por el innatismo. Marmag el mago contemplaba como Mark IV, flotando en el interior de su cabeza, su cabeza real, iba sorviendo lentamente la masa encefálica, le advirtió que a medida que fuera desapareciendo ese componente, el se disolveria, no obstante, la absorción de un cerebro de tales dimensiones, recargado por el traspase de energías y conocimientos de todos los hermanos Marmag, requeriría tiempo, sólo a medida que Mark IV fuera aumentando su potencial y conocimientos mágicos, se acelelaría el proceso de asimilación e ingestión, hasta entonces, iba haciendo sesiones, como comidas, únicamente de sesos, mientras Thayza I lo contemplaba con expresión de asco y continuaba entrenando con la espada de coral, era evidente que ella no iba a alimentarse, Mark IV se convertería en mago, Thayza I, seguiría siendo una guerrera, el Mantyr se aproximó a la recreación de Marmag, el sabio, y le preguntó el plan de ataque. Marmag le contempló sonriente, conociendo que su desaparición era inminente pero a su vez con un atisbo de esperanza, y le habló.
- A estas alturas, después de haber erradicado dos secciones, los Sabhtaks no tardarán en anunciar el Benikhasim para atemorizar a toda la población, Mark IV no tardará demasiado en absorver toda mi mente al ritmo que lleva, en ese momento, este lugar, se descompondrá, mi poder de control desaparecerá, necesitareis un medio de transporte, un vehículo para viajar en el exterior.

Magmar no hablaba únicamente al Mantyr, elevó su voz para que tanto Mark IV, como Thayza I se percataran de la situación, y continuó.

- Mark IV,hijo de Lonestar, adquirirás unos vastos conocimientos sobre magia, te harás poderoso, pero, también tienes que aprender destreza en el combate,
el Mantyr y Thayza I te podrán entrenar, teneís que ser uno, una unidad los 3, complementaros, aprended a luchar en equipo, compenetraros, no teneís mucho tiempo...

Magmar comienza a desaparecer, a debilitarse, Thayza I y el Mantyr se aproximan a recolzarlo en sus hombros, mientras Magmar contempla a Mark IV,

- Hijo de Lonestar, pronto mis hermanos y yo, seremos uno contigo, vamos a ganar esta batalla, os ayudaremos, juntos seremos la espada, que derrocará este reino.

Mark IV mira a Magmar y genera una bola de agua con su mano de carne, la solidifica, la convierte en coral y luego en espada, Thayza I lo contempla, Mark IV le responde,

- ¿Seguro que no quieres probar sesos?

Thayza I coge su espada de coral y se aproxima rápidamente hacia Mark IV, abalanzándose sobre él y tirándolo al suelo, colocándole el filo de la espada en el gaznate, Magmar regaña a Thayza I y con una onda de choque los separa a los dos, el sabio se dirige al Mantyr, le dice que salga a la superfície, que vaya con precaución, que investigue la zona y indague sobre la situación actual. Magmar eleva las manos y empieza a retraer todos los nervios ópticos brillantes hacia las
profundidades, mientras el Mantyr, se despide de Thayza I y Mark IV, se cuela por el tubo retorcido y transparente, y sale disparado a toda propulsión envuelto de burbujas, ascendiente, mientras un campo de ojos de Cristal, los ojos de Marmag, van agrupándose, ocultándose a los ojos de cristal, de los Sabhtaks, mismo material, diferente visión, diferente objetivo, diferente misión, el Mantyr abre sus alas y pega sus brazos a los laterales de su robusto tronco con forma de crustaceo y efectua movimientos ondulantes para aumentar la rápidez de ascenso, ahora en la oscuridad, solo se aprecian sus alas membranosas, moviéndose, mientras Mark IV y Thayza I observan desde la cabeza gigante,como ese mensajero desaparece y la mirada de Marmag el sabio, se llena de esperanza, desea que regrese.

sábado, 29 de septiembre de 2007

CAPITULO 7: MIEDO

Sonidos industriales, ordenadores, maquinas prensoras, fusionan miembros metálicos,sueldan viejas partes de motores y las transforman en cuerpos, factoría de reciclaje cibernético, Moon contempla como sus dos escogidos, sus dos futuros asesinos, van cobrando forma, mientras el vapor de los pistones aumenta
su intensidad, los fetos son insertados dónde debería haber una cabeza, impulsos eléctricos y sondas penetran por sus reducidas espinas dorsales y conectan el sistema nervioso central al mecanismo computerizado de movimiento de sus nuevos cuerpos, grandes, fuertes, oscuros, artificiales. Un aviso surge en un holograma de color rojo en el panel de fabricación, Moon pulsa una tecla de confirmación con su huesuda mano metálica, una trampilla asciende, mientras que el vapor lo embarga todo, sumiendo al ejecutor oscuro en la niebla, dos formas se mueven entre ese ofusco conjunto de humo. Cuerpos inmensos, de 2 metros de altura, un visor rojo en forma de gran ojo emite un rayo de luz infrarroja que corta la fina capa gris latente en la estancia, los sonidos de sus pisadas son atemorizantes, y Moon, con su sonrisa desdentada de bebe, los observa, con la mirada de un adulto con cuerpo de recién nacido decrépito encerrado en esa jaula de cristal, con su visor metálico, contempla sus dos asesinos, los seekers, y ellos lo contemplan a él, en uno de sus brazos,cada uno,porta una inmensa cuchilla dentada, lista para rebanar cuerpos, para exterminar clones. Moon camina, los seekers, le siguen, se abre un panel direccional hacia el exterior, los 3 salen de la factoría, Moon envía un mensaje a la Gran Madre, estan preparados, estan acabados, listos para iniciar la búsqueda. Un mensaje de confirmación llega a la cabeza del bebe ejecutor, del metálico y gris suelo se abren paneles de dónde surgen maquinas, maquinas que comienzan a ensamblar en aquellos 3 cuerpos metálicos, oscuros, huesudos pero fuertes, extensiones, soldan alas, placas de protección gruesas, motores, cientos y cientos de máquinas reconvirtiéndolos, a los asesinos, en vehículos aéreos, espaciales, cuando finalizan, poco queda reconocible de su anterior aspecto, ahora, armados con corazas espaciales, estaban preparados para dar caza, en el panel de Moon, figuran las coordenadas de navegación: Sistema Nervis 9. Los motores de los tres cazadores hacen ignición, y despegan, rompiendo el cielo, velozmente, con sus negras carcasas metálicas, los tres bebes abortados, encerrados en esos cuerpos de ejecutor de metal, recorren el espacio ahora, armados y sedientos, de acabar con los clones, perdiéndose en la infinidad del espacio, oscuro como ellos, a la búsqueda de la razón de su existencia, acabar con la propia existencia de otros.
En la sección 4, Hoguban, sus habitantes estaban tensos, a lo largo de todo su periplo en el reinado de Ishtar, habían presenciado como cada una de las secciones, había ido desapareciendo, una por una, vivían en tiempos de crisis, una crisis a la que se habían habituado, cada vez que presenciaban una partición, solo rezaban para que la suya no fuera la próxima, no tenían miedo, había sido substituido por la sumisión,la total aceptación de que ellos serian los siguientes algún día. Rezaban por rutina, por habituamiento, más que por sentimiento. Pero en los últimos tiempos, la erradicación de secciones había aumentando significativamente, lo cual había generado controversias acerca de la supuesta efectividad de sus rituales y rezos. Sus cabañas, conformadas por la Marmitra, el material que ellos fabricaban, transparentes, sujetos a la observación constante, al control, la ùnica vía que tenían para poder reunirse entre ellos, era mediante la telepatía, su lenguaje era gestual y emocional, no tenían boca, carecían de un aparato resonador para generar sonido y de cuerdas vocales para articular palabras, su forma de comunicación residía en la riqueza de sus expresiones. Él único lugar que permanecía inaccesible a los Sabhtaks, era la zona subterranea, dónde las hembras segregaban los fluidos necesarios para la fabricación de la Marmitra, allí, muchas veces, las mujeres, celebraban reuniones mentales entre ellas, mientras los guardias velaban ignorantes de todo lo que acontecía allí dentro.
En esas reuniones, esas charlas, daban lugar a la generación de interrogantes, la raza de los Hogubanes, sólo vivía para crear Marmitra, para trabajar, para los Sabhtaks, no tenían permitido por su religión acceder a ningún tipo de información, a relacionarse con razas de otras secciones, quien lo hiciera moriría. Todas las hembras eran destinadas a la zona subterranea, independientemente de la edad que tenían, eran trasladadas y entubadas, durante varias horas, por su zona sexual, para absorver fluidos y generar materia prima para su explotación. Los Hogubanes machos, se encargaban de la reproducción y manipulación de la marmitra, lo cual equivale a decir que la sección 4, era una población conformada como una factoria . Pero las hembras habían comenzado a desvariar en sus pensamientos, querían rebelarse contra los Sabhtaks, muchas únicamente fingían, muchas estaban unidas, esperando el momento oportuno, con sus fluídos sexuales, habían creado armas, espadas, cuchillos, escudos, hechos de marmitra, ocultos en una de las multiples secciones de la zona subterránea, un armamento listo para una revolución, entre hombres y mujeres, podrían conformar un buen ejercito, ellas, mentalmente, entrenaban su cuerpo, ellos, con el esfuerzo fisico de construír las placas de marmitra, pulirlas, mezclarlas con otros componentes y construír, también se mantenian en forma. Una revolución, era posible. La pregunta, era, cuando. Kyr, el líder de los Hogubanes, había declarado una asamblea mental, después de finalizar la jornada de trabajo, todas las mentes se reunieron, conformando un mar de susurros y voces, solo perceptible para los habitantes de la sección 4. Kyr comentó que de existir un Dios llamado Lonestar, si existiera un ser que velará por ellos, no permitiría que sufrieran todos esos males, había algo que escapaba a la comprensión de todos, y era el momento de averiguar que estaba ocurriendo, antes de que ellos fueran los próximos. Averiguar quienes eran los Sabhatks, y liberar a todos de su opresión.
Rash, un joven Hoguban, atendía con atención las palabras de Kyr, su padre, siempre lo había admirado, le había inculcado valores de respeto y tolerancia, y haría cualquier cosa por asemejarse a él, le atendía mientras estaba sentado, en su cabaña de marmitra, mientras su madre llegaba de la jornada de trabajo en la zona subterránea. Su padre, estaba en el exterior, concentrado, observando la inmensa catedral del cada vez menos extenso Reino de Ishtar, mientras concentrado, emitía su pensamiento colectivo al resto. Les dijo que no tuvieran miedo, les dijo que a su señal, sería el momento de revelarse. Después de la asamblea, todos los Hogubanes se reunieron para su alimentación colectiva, la ampliación emocional, todos los seres se juntaban en un círculo, abrazados, y se alimentaban de sus emociones, de eso se alimentaban, de eso vivían. Entrelazados entre ellos, con sus ojos amarillentos repletos de paz y sus desgastadas vestiduras blancas, los Hogubanes comenzaron a emitir energía y a alimentarse, y fué en ese instante, cuando sonaron las campanas de la Catedral de Ishtar, las inmensas campanas que convocaban a todos los habitantes del reinado cuando los Sabhtaks iban a hablar a la población. Los Hogubanes detuvieron toda actividad, y iniciaron el camino hacia la Catedral, los habitantes de Onstopia, hicieron lo mismo, en Capilot, unos lloraban la muerte de Mauah, los más ancianos, y otros, vitoreaban a Mowah, el nuevo líder, el nuevo sabio, vestido con los ropajes de quien fué su maestro, orgulloso y solemne, portando la llave de rubí, sonreía plácidamente, consciente de su poder, de su dominio, mientras desde el balcón de la Catedral que apuntaba a Capilot, contemplaba como los Hogubanes y los Onstopianos se acercaban lentamente.
Mowah pulsó un diamante incrustado en la barandilla pétrea del balcón y un panel de rubí apareció entre la roca, un panel que proyectaba su voz a todos y todas, el joven y ambicioso Sabhtak habló, con los brazos en alto:

- ¡Ciudadanos de Ishtar, tengo una lamentable notícia que comunicaros a todos!¡ El sabio Sabhtak Mauah, pereció ayer trágicamente en un accidente! Su legado y buen hacer será recordado y permanecerá en el corazón de todos, al igual que sus elecciones, que tanto han favorecido a todos a que este reinado prosiga con el transcurso de los tiempos! ¡Y yo Mowah, descendiente de Mauah, me declaró heredero de su linaje y traspaso de todos sus poderes para el beneficio del Reinado de Ishtar y sus habitantes, por el honor de Ishtar y los poderes que me ha concedido nuestro Dios Lonestar y bajo la promesa del Bekhasim, prometo a todos y todas que haré de este reinado, un mundo mejor, y estaremos orgullosos de pertenecer y trabajar para el nombre de Lonestar!

Los guardias aplauden y vitorean al nuevo lider, los habitantes de Onstopia y Hoguban, se arrodillan, chocados, percibiendo que algo se apróxima, algo que cambiará sus vidas, para bien o para mal.Rash agarra la mano a su madre, su madre, agarra el brazo de Kyr, mientras contemplan como, de la Catedral, surge un ataud, conformado de rubí, dónde dentro esta el cuerpo inerte de Mowah, que despega, volando hacia el universo, perdiéndose en el cielo, como una estrella más de color rojo ante la brillante mirada de Mauah, sediento de poder, observando a sus habitantes, sus súbditos, sus esclavos.Su reinado, acaba de comenzar.

El Mantyr sobrevuela el cielo, con sus poderosas alas membranosas, sobrevolando el Reino de Ishtar, atento a todo, con sus miles de ojos ópticos, conformados por paneles simétricos hexagonales divisa, a lo lejos, todo el tumulto de habitantes, agolpados en Capilot, hogar de los Sabhtaks. Utiliza un vuelo irregular y va descendiendo a la tierra, repliega sus alas, llega a las murallas que delimitan Capilot de las otras secciones, en la entrada de acceso hay dos guardias acorazados. Extrae su aguijon retractil, pero medita, el Mantyr medita, no debe dejar señales, resquicios de su paso por allí, coge impulso en el aire, y con el aguijón penetra en la tierra, excavando velozmente, va trazando un túnel subterraneo, penetrando en el territorio de los Sabhtaks, primero por arriba, ahora por debajo, comienza a ascender a la distancia suficiente como para escuchar las voces del Mauah, pasos de los habitantes que retumban en sus oidos como martillos golpeando una roca, la voz de Mauah desde la tierra, removería hasta los muertos. El Mantyr deduce, que ha habido un traspaso de poder, mientras sigue escuchando la voz de aquel ser, aquel Sabhtak despiadado, dando órdenes a sus esclavos:

- ¡ Y bajo mi actual mandato, lo primero que haré será reestructurar las secciones 4 y 5 como una sola!¡ Se terminaron las divisiones, es hora de unificar!¡Es mandato de Lonestar, que el Bekhasim debe cambiar! ¡La profecía se esta cumpliendo, debeís obedecer sino quereís perecer como el resto de razas!
¡Creedme cuando os digo, que grandes cambios se avecinan!

Los habitantes de Hoguban y Onstopia rompen en aplausos, aplausos cubiertos de terror, Kyr mira a su mujer, su hijo, y se plantea si el momento de la revolución ha llegado, y perdiéndose entre el sonido de los habitantes, el Mantyr atraviesa velozmente el túnel cavado hasta que da con la salida, despega, abre sus alas y vuela alto, rápidamente, mientras escucha el grito de los guardias, que se han percatado de su presencia y buscan refuerzos. El Mantyr no mira hacia atrás, planea con toda la fuerza que puede, sabe que lo estan persiguiendo, naves diamantes, los guardias accederian a ellas desde la muralla. El Mantyr atraviesa la zona 5, Onstopia, selvática, se adentra en sus montañas estrechas, intentando disuadir a las naves, le disparan, esquiva zigzagueando entre las rocas, consigue que una nave rubí colisione contra una pared, sólo queda una, puede conseguirlo. El Mantyr sobrevuela con fuerza por un río que conduce a una cascada, se deja caer, la nave rojiza le sigue, le dispara ráfagas cortas, largas, el insecto humanoide va escapándose de todas, es ágil, es fuerte, es buen guerrero, una de las ráfagas le daña una ala, pierde impulso, no puede volar, otra ráfaga le destroza parte de su coraza, impacta contra una roca violentamente, la destroza, su cuerpo se sumerge en el agua del rio, que conduce a la cascada, y desaparece, entre el sonido del agua, mientras la sombra latente de la nave rubí busca algún resquicio de vida, el Mantyr bajo el agua, reza para que no le descubran, mientras intenta contener la hemorragía de la herida, el vehículo con forma de diamante, desaparece, su sombra se disipa, vuelve a Capitol, y el Mantyr, presa del dolor, se desmaya, quedando su cuerpo inerte, flotando en el río, conducido por la corriente, se precipita por la cascada, cayendo, como un tronco, como un objeto sin vida, sumido en el dolor.Mientras, en las profundidades del mar, el mago Magmar, presentía que algo iba mal, intuyó el proceso, mientras Mark IV y Thayza I entrenaban sus dotes mágicas y guerreras, Magmar, sintió el miedo.