lunes, 12 de noviembre de 2007

Prólogo

Contemplo la tierra,azulada, desde aquí parece otra cosa, se ve tan tranquila, en calma, puedo apreciar las islas artificiales y sus factorias de energía hidroeléctrica, las aerociudades sobrevolando el atlántico con sus hélices, las estaciones espaciales haciendo seguimientos cerca de la órbita lunar, incluso el humo de las indústrias metalúrgicas ascendiendo acumulándose en la capa de ozono.
Cualquiera podría pensar que en ese lugar hay vida, qué es un sitio apacible para ser habitado, la triste realidad es que no, actualmente sólo viven máquinas, toda la tierra esta habitada por androides cuyo cometido es gestionar y clasificar información concerniente al género humano para facilitar la inmigración a otros planetas, digamos que es algo así como un organismo institucional planetario dedicado a la burocracia para la integración del ser humano en el universo. Soy Mark IV, un clon humano de última generación, estoy en mi probeta de diseño, mi probeta de cristal, flotando en el universo mientras observo el planeta de origen de mi código genético, mi padre, mi madre, mi creador,a mi alrededor otros hermanos permanecen aletargados, en sus burbujas, esperando despertar, todos unidos por el mismo cordón umbilical de metal, arrastrados por la nave Emperor con vuelo itinerante a varios sistemas del universo, nos hallamos expectantes a que nos den un hogar, a empezar una vida, una existencia humana.
Se enciende la luz verde, es hora de respirar, en la cúpula de mi burbuja, mi probeta, hay un difusor de micropartículas mezcladas con aire, estas particulas contienen componentes alimenticios y información cognitiva, únicamente tengo que respirar, las nanomaquinas de mi interior, que habitan en mi sangre, mi mente, mi cuerpo,se encargan de gestionar y clasificar todos los componentes y modificarlos, así aprendo, así me alimento, así crezco.
Hace 4 años terrestres que nací, mi nivel de desarrollo actual es optimo, mido 1,80 y mi peso oscila los 75 kilos, mis capacidades motrices,mentales y sensitivas son excelentes según el último scanner de reconocimiento efectuado, mis anteriores versiones fueron enviadas a la colonia de Orion, situada a cinco mil años luz de mi ubicación actual, allí desempeñaron funciones diplomáticas durante cientos de años, provocando uniones fructificadoras entre varios planetas, mi vocación genética actual esta orientada a lo mismo, por el factor dominante genético, y si el destino existiera, debería acabar ejerciendo la misma actividad que mis anteriores versiones, si realmente mi razón de existir se basa en valores estadísticos de capacitación, yo tengo que ser diplomático, pero aquí la esperanza no existe, únicamente cabe la ciencia de la exactitud, si otro clon reune unas características más adientes a las mias, seré precedido por él, la nave Emperor realiza chequeos de aptitud mental y vocacional para diferentes funciones, ella es la que elige nuestra vida, nuestro porvenir, y nuestros derechos. Así esta legislado por el código galáctico. Ningún ser humano esta capacitado para elegir por si mismo.Cualquier elección humana realizada deliberadamente será
perseguida y penalizada con la muerte
La nave Emperor activa sus propulsores,los paneles solares de su estilizada forma se abren para cargarse de energía, comenzamos a ganar velocidad, todas las probetas se agrupan, como si de un racimo de uvas se tratará y somos arrastrados como ganado flotante mientras surcamos el espacio a la velocidad de la luz, ahora no hay tiempo para observar, solo veo centellas, luces y caminos que se abren a mis ojos, caminos infinitos cuyo porvenir futuro ignoro, no sé que me depararan, solo puedo esperar, y respirar.
Cierro los ojos, recuerdo mi nacimiento, la gran madre, un supercomputador con capacidad para albergar toda la información terrestre desde sus inicios, estoy dentro de ella, solo soy mente, una mente colectiva, comparto pensamientos con 5.000 hermanas más,sí, hasta que no nacemos, todos somos hembra, los circuitos cerebrales de origen lo son, hasta que no iniciamos el bombardeo de feromonas en nuestros recipientes cárnicos base todavía no tenemos determinada nuestra sexualidad, los cuerpos estan incubándose en frío, en dispensadores tubulares con formas cilíndricas, de colores plateados brillantes, no tengo ojos, pero puedo verlo, no tengo cerebro, pero puedo sentirlo, mi vinculación viene dada por el origen humano del cerebro primigenio de la gran madre, los científicos biodroides tras pruebas y pruebas contemplaron que la clonación era más optima si los huéspedes mentales introyectados en la base de datos de la madre estaban vinculados intrínsecamente a un cerebro femenino humano, eso generaba apego y daba necesidad de desarrollo.



Desarrollo humano, cuando los cuerpos recipientes habían alcanzado una fase de gestación avanzada, la gran madre volcaba nuestras mentes a nuestros futuros envases de carne, sangre, venas y hueso, y allí estaba yo, abriendo los ojos por primera vez, contemplando esa factoría, podía entenderlo todo, mi mente iba vinculada a la base de datos del computador genérico generacional histórico de la Gran Madre y podía hacer asociaciones en segundos sobre cualquier cosa, noto un pinchazo en mi espalda, atraviesa la medula espinal, me estan bombardeando de compuestos químicos y hormonas, mi cuerpo comienza a mutar, crezco a una velocidad pasmosa, siento dolor, lloro, grito, me estremezco, mis genitales se desarrollan, soy un hombre, mi cuerpo se estira, la piel se resquebraja, otra maquina con tres agujas emerge de un lateral, me clava dos agujas en la sien, estoy tan adolorido que ni la siento, se activa un panel justo delante de mis ojos, pone algo: Nanomaquinas, siento que algo dentro de mí esta movilizándose a través de mis venas, mi organismo, mi recién creado cuerpo, me inyectan recuerdos, vivencias, relaciones, para que pueda reaccionar como un humano, me inyectan temores, alegrías, un código deontológico propio, personalizado, normas, directrices, lo que puedo hacer, lo que no puedo hacer, yo no elijo, eligen ellos, se adhieren nanomaquinas al nervio óptico de mi ojo y conectan psíquicamente con las dentritas de mi cerebro, crean un holograma dónde figuran una serie de objetivos. El panel de la factoría, ese inmenso panel de cristal azul opaco que no deja translucir nada empieza a abrirse, veo el espacio, ese mar de estrellas reflejado en mi retina por primera vez, las nanomaquinas me dicen que vamos a ser nombrados, nos van a asignar una denominación, todos mis recién nacidos hermanos y hermanas, esta nueva progénie artificial empieza a elevarse hacia el panel azul, han desactivado los programas de corrección gravitatoria, me veo flotando desnudo, tengo vértigo, imagino que es normal, es mi primera vez, aunque mentalmente ya lo había vivenciado miles de veces, pero para mi cuerpo era su primera flotación, un surco de esferas metálicas flotantes me rodean, se abren en platillos volantes que expulsan un líquido flotante, ese líquido me envuelve y empieza a solidificarse hasta convertirse en una probeta de cristal, al resto de mis congéneres les hacen lo mismo, nos van a trasladar a algún lugar, unas ramificaciones aparecen desde uno de los extremos del panel azul ópaco de la factoría, parecen tentáculos sedientos de clones, nos van cogiendo uno por uno, esas extrañas enredaderas metálicas orgánicas se adhieren en la cúpula de las probetas y van acumulándonos a todos, agrupándonos, el panel azul opaco se abre de par en par, dejando ver a una inmensa nave, el origen de las ramificaciones proviene de ella, es la nave Emperor, lo sé porque lo sabe la Gran Madre, lo sé porqué han decidido que lo sepa.
La nave Emperor, activa sus propulsores y nos arrastran a todos, bebés grandes, pequeños hombres y mujeres, recién nacidos, hacia su destino, un panel informativo se proyecta en el cristal de mi probeta, me dicen que soy Mark IV, un clon de última generación, me hablan sobre mis predecesores, me hablan de mi función, ahora ya no formo parte de la gran madre, ahora ya soy libre, nos espera un largo viaje de años, para llegar a nuestro futuro hogar, años que serán reconvertidos en información y meditación desde esta probeta flotante, mientras contemplo a mis otros hermanos y hermanas sin ninguna posibilidad de comunicarme con ellos más que la de la propia vista, veo un cuerpo femenino, es una mujer morena, de un metro setenta, piel blanca, me observa con sus ojos marrones, la contemplación con detenimiento de sus bonitos senos y sus curvas me producen una excitación, tengo deseos de tocarla, de besarla, noto un chispazo en mi interior, se abre un panel holografico que me recuerda que no puedo elegir ni tener pensamientos deliberados respecto a nada sin permiso del computador de la nave Emperor, contemplo a esa mujer , ahora serio, y siento ganas de llorar, desconozco la razón, me siento triste, no sé porqué, la hembra llora conmigo, mis hermanos lloran conmigo, lloramos todos, sin saber porqué.¿Qué razón es la que propicía mi malestar?Soy libre, debería ser feliz. Nos enseñan a paliar estas emociones triviales con sencillos juegos mentales para aumentar el grado de ánimo, las nanomaquinas me informan que es algo totalmente normal a nivel emocional, y entonces sonrío, me tranquilizo, y soy feliz, mientras la nave Emperor surca las estrellas, observo a mis hermanos y hermanas, y ya no siento, nada.

4 años, abro los ojos, he vuelto, en mi probeta, 4 años llevamos viajando, falta poco para alcanzar nuestro destino, seré diplomático, como mis predecesores, cada cierto tiempo nos sumimos en un sueño profundo para disminuir la sensación de fátiga, siempre que cierro los ojos, sueño con mi nacimiento, tal vez se deba, a que es la única experiéncia que he tenido hasta ahora, la mujer morena esta durmiendo, desde su impenetrable probeta de cristal, a mi lateral hay un hombre, de constitución más robusta que la mía, me contempla detenidamente comparando su cuerpo con el mio, me miro la palma de la mano, mi palma es lisa, sin arrugas, sin líneas, me informaron de que los humanos reales sí que tienen marcas, nosotros, los clónicos, en la etapa de incubación nos mantenemos extendidos en posición horizontal con las palmas de las manos abiertas, me informaron que los seres humanos de origen natural,en estado fetal cierran las palmas y las líneas se producen por los pliegues de su piel al adoptar esta postura, contemplo a los cientos de hermanos y hermanas en sus probetas flotantes que yacen flotando encima de mí, intento ver las palmas de sus manos sin éxito. ¿Tendremos todos las palmas lisas? Giro mi mano para volverla a observar detenidamente y me concentro en mi piel, es blanca y casi transparente, en ese momento presencio algo, una luz, una luz inmensa se apróxima hacia la nave Emperor, las probetas comienzan a volverse opacas, negras, no veo más que un impacto en la coraza de la nave, el panel de mi probeta se cierra, no veo nada, solo veo oscuridad.
Escucho un sonido que golpea la cúpula de mi probeta, escucho mi respiración, estoy nervioso, pienso en la mujer morena, en su mirada, mi probeta esta girando rápidamente, me golpeo contra los cristales violentamente, grito, la probeta no para de temblar, empiezo a tener mucha calor, mi cuerpo arde, me estoy quemando, quiero que pare, ¡basta!. Mi probeta ha colisionado contra algo, el caparazón de cristal interno ha estallado atravesándome el cuerpo por varias partes, mi brazo izquierdo ha quedado cercenado y parte de mi piel tiene quemaduras de tercer grado, estoy atrapado en la corteza metálica de la probeta, según las nanomaquinas mis posibilidades de supervivencia son del 2% sobre 100.000.
No puedo hablar, ni gritar, mis cuerdas vocales han quedado dañadas por los cristales, solo siento como me ahogo en mi propia sangre, intento recordar a la mujer morena, intento imaginar como es su tacto, su piel, su olor, y mientras pierdo el conocimiento, sueño que hago el amor con ella. Me sumo en la oscuridad, vuelvo a aletargarme, no sé si estoy muerto o estoy soñando, no sé dónde estoy, me siento solo.
Escucho el sonido de unos pasos que se aproximan, abro los ojos, veo un techo, un techo que no reconozco, no estoy en la probeta, tampoco estoy flotando en el espacio, estoy en una casa, giro mi cabeza para intentar inspeccionar el lugar, veo una mesa de madera con mucha fruta, hay una chimenea de piedra con fuego, muchos tablones de madera a un lateral, estanterias con manuscritos, el suelo esta conformado por baldosas pétreas pintadas de color marrón, puedo oler el barro de sus juntas desde la cama,pero no discierno de dónde provienen esos pasos, me cuesta respirar, tengo el cuello vendado, parte de mi cuerpo también, vendas prehistóricas, de tela, ignoraba que ese tejido existiera todavía, y efectivamente, mi brazo izquierdo ha pasado a la historia. Únicamente puedo permanecer en esa posición y esperar, el sonido de los pasos se incrementan, aparece delante de mí una chica, no, dos chicas, un momento, estan unidas ambas por un lateral, son iguales, pero inseparables, me impacta verlas, intento decir algo pero solo expulso sangre.
Las chicas me dan agua para beber, es la primera vez que ingiero algo líquido, me resulta reconfortante, las miro, mi visión empieza a distorsionarse, estoy cansado,tengo que descansar, cierro los ojos, y veo la oscuridad.
Las hermanas siamesas colocan la cabeza de Mark IV en la almohada y lo tapan con las raídas sabanas, recogen el vaso y se van hacia el comedor, allí hay un anciano con una larga túnica negra fumando un largo tubo repleto de hierbas, tiene la cara repleta de cicatrices y unos ojos azules fríos como el hielo, su frente calva y marcada por lineas se relaja al ver a las dos hermanas que se aproximan a él y le dicen:

- El hombre de las estrellas ha recobrado el conocimiento.


El anciano fuma concentrado y contempla a las chicas, que tienen un aspecto de una adolescente de 16 años, con el pelo rubio encrespado, ojos verdes y piel morena, se levanta del asiento y con preocupación se acerca hacia dónde reposa Mark IV, se va acercando lentamente, le toma la mano, la única mano que le queda y la gira, sólo una palabra surgió de la voz del anciano, una palabra con un tono de preocupación alarmante desplegada en un suspiro que hizo que el humo que inhalaba se cortará como el viento:

– Lonestar...

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